El martes, el gobierno de Donald Trump no cumplió con el plazo impuesto por un tribunal federal para reunir con sus padres a todos los niños menores de cinco años que los funcionarios de inmigración separaron en la frontera entre Estados Unidos y México y enviaron a cárceles y centros de detención en todo el país. Solo 38 de los 102 niños menores de cinco años han sido reunidos con sus padres.
Algunos de estos padres afirman que sus hijos pequeños al principio ni siquiera los reconocieron, tras la prolongada y traumática separación.
El martes, el juez Dana Sabraw reiteró que todos los niños separados –3.000 en total– deben ser reunidos con sus padres para el 26 de julio y afirmó que “estos son plazos firmes, no meras aspiraciones”. También el martes, el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, afirmó que Estados Unidos estaba actuando “generosamente” respecto de los niños migrantes.
Alex Azar declaró: “Es una de las grandes acciones de generosidad y caridad de Estados Unidos, lo que estamos haciendo por estos niños no acompañados que ingresaron o fueron traídos de forma ilegal a nuestro país”.
Varios manifestantes confrontaron el lunes a la hija del presidente Trump, Ivanka, en Siracusa, Nueva York, donde le gritaron “qué vergüenza, qué vergüenza” y “¿sabes dónde están los niños?”.
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