Por Yenny Delgado
El encuentro entre los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin en Asia deja claro una cosa, ellos se conocían y tramaron la participación de Rusia para hacer llegar al poder a Trump en las últimas elecciones presidenciales.
Trump, al repetir las palabras de Putin, que niega toda injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales, y aceptar que le cree, está dando la muestra más grande de complicidad. Es como atrapar a un niño con los dulces en la mano y verlo negar que no tiene los dulces escondiéndolos detrás de la espalda. El niño quizás cree que está cubriéndose muy bien, poniendo las manos en la espalda y diciendo una y otra vez, que él no tiene ningún dulce escondido. Y aun desconcertantemente, lo repita mientras se le vayan cayendo uno a uno los dulces. Todos alrededor podemos imaginarnos esta situación. Aunque los niños no comprenden la relación entre verdad y realidad, toca a los espectadores adultos tomar acciones que muestren al niño que lo que repite no es verdad y que está mintiendo, y que simplemente lo sabemos porque los dulces alrededor del piso lo delatan.
Así, las declaraciones de Trump, muestran la inmadurez de alguien que fue descubierto pero que aún tiene la dureza de seguir negándolo. Necesitamos adultos coherentes alrededor que le muestren lo insostenible de su mentira.
Ahora lo que toca, con el caso Trump y Putin es proceder con acciones concretas y preguntarnos: ¿Tenemos pruebas suficientes para empezar un proceso judicial que desmonte la farsa y esclarezca la participación de Rusia en las elecciones? Si es así, y tenemos suficientes muestras de incoherencia, dulces en el piso, necesitamos poner las pruebas sobre la mesa y proceder.
Es tiempo que sean juzgados todos aquellos que, traicionando los principios de democracia, decidieron jugar con la mentira, propagar las “fake news” y dividir al país. La lista la encabezan Trump y todo su equipo cómplice de este montaje y manejo de las redes sociales, que durante meses vienen cubriendo sus mentiras, incompetencia, corrupción y escándalos.
