De esa forma se agudizan las divisiones dentro del Partido Republicano.
Mientras tanto, aumenta la fricción entre Trump y los principales dirigentes republicanos.
El lunes, en una entrevista con The Washington Post, el candidato se rehusó a respaldar las campañas de reelección del senador de Arizona John McCain y del presidente de la Cámara de Representantes y congresista de Wisconsin Paul Ryan.
Trump elogió al oponente de Ryan diciendo que estaba “haciendo una campaña muy buena”.
El rival de Ryan, Paul Nehlen, ha defendido los comentarios de Trump sobre los Khan, mientras que tanto Ryan como McCain se distanciaron públicamente de él a causa de los mismos.
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Trump reitera afirmación de que las elecciones podrían estar “amañadas” y su asesor advierte sobre un “baño de sangre” si Clinton gana
Donald Trump continúa sugiriendo que las elecciones de noviembre podrían estar “amañadas”. Al señalar recientes sentencias judiciales contra las leyes restrictivas de identificación en Carolina del Norte y Wisconsin, Trump dijo el martes que estos fallos aumentaban la posibilidad de fraude electoral y agregó: “La situación de la identificación de los votantes ha tenido una resolución muy injusta.
Quizá haya gente que vote diez veces”. Estudios de fraudes electorales en Estados Unidos han llegado a la conclusión de que el tipo de fraude sobre el que advierte Trump es extremadamente raro. El asesor político republicano y partidario de Trump Roger Stone ha advertido sobre un “baño de sangre” en caso de que el candidato republicano no gane en noviembre.
En declaraciones a Milo Yiannopoulos, de Breitbart, Stone dijo: “Tendremos una crisis constitucional, desobediencia civil generalizada y un gobierno que ya no será un gobierno… Será un baño de sangre”.
Fuente: Democracy Now!
