Foto: cortesía Democracy Now!
En San José, California, un trabajador del transporte público disparó y mató a nueve personas en una instalación ferroviaria el miércoles por la mañana y luego se disparó a sí mismo.
Las autoridades identificaron al atacante como Samuel Cassidy, un hombre blanco de 57 años. Cerca del lugar de la masacre se encontró al menos un artefacto explosivo. Los bomberos acudieron a la casa del tirador, ubicada a unos 16 kilómetros de la escena del tiroteo, y la encontraron en llamas.
Se cree que todas las víctimas, o la mayoría de ellas, eran compañeros de trabajo del atacante. Los nombres de los fallecidos son Paul Delacruz Mejia, Taptejdeep Singh, Adrian Balleza, José De Jesús Hernández III, Timothy Michael Romo, Michael Joseph Rudometkin, Abdolvahab Alaghmandan, Lars Kepler Lane y Alex Ward Fritch. Estas fueron las palabras expresadas el miércoles por el gobernador de California, Gavin Newsom, en San José.
Gobernador Gavin Newsom: “Esto que pasó nos plantea de nuevo la pregunta: ¿Qué diablos está pasando en Estados Unidos de América? ¿Qué diablos nos pasa? ¿Cuándo vamos a detener este problema? ¿Cuándo vamos a bajar las armas, tanto en el sentido literal como en el figurativo?
Según la organización Gun Violence Archive, el de San José fue el tiroteo masivo número 232 en Estados Unidos desde el inicio de 2021. Esto significa que este año han ocurrido 100 tiroteos masivos más de los registrados en 2020 en el mismo período. El presidente Biden instó al Congreso a tomar medidas inmediatas para aprobar leyes de control de armas más estrictas. El mandatario declaró en un comunicado: “Tengo el deber solemne de ordenar una vez más que la bandera se baje a media asta, solo unas semanas después de haber ordenado lo mismo tras los tiroteos masivos ocurridos en los salones de masaje en Atlanta y sus alrededores; en un supermercado en Boulder, Colorado; en una casa en Rock Hill, Carolina del Sur; y en una instalación de la empresa FedEx en Indianápolis, Indiana”.
