Una vida dedicada a la danza

Oyarzún en una de sus presentaciones/Foto FO.
Oyarzún en una de sus presentaciones/Foto FO.

Por Ramón Jiménez
Desde los trece años el chileno Felipe Oyarzún ha dedicado su vida a la danza porque a través de esta logra la conexión y el entendimiento que logra con si mismo y por ende con la audiencia al momento de bailar.
“Es una sensación inexplicable, pero es una sensación única e irrepetible”, dijo el bailarín de veinte y seis años, quien a los dieciocho inició sus estudios superiores en la Universidad de Chile en la rama de las Artes, con mención en la Danza
Reconoció, además, que realizar lo que le apasiona como profesión no tiene precio, ya que es algo que el país de donde procede no muchos pueden experimentar.
“Creo que nunca pensé llegar a Estados Unidos con mi arte, al menos nunca lo planeé, solo se fue dando con el destino y la suerte”, destacó el ahora bailarín de la compañía Dana Tai Soon Burgess en Washington, D.C., aunque algunas veces actúa como invitado especial de otros grupos de danza, pues considera que no debe existir el celo profesional entre ese tipo de grupos, y todo depende de la forma como se administre el tiempo.
“Un gran factor es ser honesto con los coreógrafos y directores, después de todo ellos entregan su confianza y cuentan con que se les entregue lo mismo a cambio”, apuntó.
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Opinó Oyarzún que el aporte latinoamericano en el arte no es difundido como debiera ser en esta capital.
“Para ser honesto no sé de muchas formas en que se difunda el arte de los nuestros además de las actividades que se realizan el 5 de mayo y de alguna manera en el ‘Folk Life Festival’” ,(relacionado al evento cultural que organiza todos los años el Instituto Smithsonian en el Mall Nacional de Washington, D.C.)
Explicó que no hay momentos en que la comunidad latinoamericana se exprese a través del arte, también no existen compañías que aborden temas latinoamericanos o que tengan latinos en su elenco.
Según su manera de ver, de alguna forma la única que realmente ha apuntado en esa área es DCDCT y Maru Montero; pero aún así, opinó, hay mucho por recorrer, porque la historia y cultura latinomericana es tan rica en contrastes e historia.
Disfruta Oyarzún bailar en grupo porque considera que ser solista es el desafio mas grande como bailarín, ya que mantener una obra por cierta cantidad de tiempo sin que esta pierda el interés requiere de mucha devoción y profesionalismo.
“Disfruto mucho más el estar en grupo cuando estoy en escena, hay algo en el sentido de comunidad y en el contacto (no necesariamente fisico) con otros que disfruto mucho, además el proceso de crear cuando es en grupo potencia el intercambio y el aprender de los demás”, explicó.
En la actualidad Oyarzún aspira sacar una Maestría en Artes en la Universidad de George Washington después de recibir una beca por 60 mil dólares, algo que le tomará un par de años terminar.
“Es un gran honor ser reconocido como un chileno experto en el área de la danza, pero al mismo tiempo es un gran desafío el hacer justicia a ese honor. Es una gran oportunidad para seguir creciendo como artista y precursor de la danza alrededor del mundo”, puntualizó.

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