El vehiculo blindado en el que viajaba el agente del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE), Jaime Zapata, no pudo evitar su asesinato en México hace un año en una emboscada de miembros del cártel de Los Zetas, según un artículo publicado el jueves 16 de febrero por el diario The Washington Post.
La falla «fatal» fue que la cerradura de las puertas se desbloquearon automáticamente cuando Zapata puso el vehículo en estacionamiento. Si las cerraduras no se hubieran abierto en ese momento, «Zapata probablemente estaría vivo ahora», dijo el legislador de Texas, Michael McCaul.
En el incidente resultó herido el agente Víctor Avila, que al igual que Zapata, iban armados, según dijeron al diario fuentes del gobierno estadounidense que pidieron el anonimato, porque en México se les prohíbe portar armas.
El gobierno todavía debe aclarar por qué los agentes fueron enviados por carretera en una zona peligrosa, cuando podrían haber viajado por aire o ser escoltados por las fuerzas militares o policiales mexicanas, según el diario, que señaló que el incidente deja potencialmente vulnerables a diplomáticos que usan vehículos blindados.
