Después de Texas, Honduras y El Salvador llegan a Washington

Las selecciones de Honduras y El Salvador realizaron dos partidos amistosos este sábado en Dallas, Texas antes de foguearse en Washington el sábado 2 de junio de cara a las eliminatorias del Mundial Brasil 2014.

La escuadra salvadoreña se impsuo 2-0 al equipo nacional de Moldavia en el Cotton Bowl de Dallas, Texas mientras que los hondureños cayeron 1-0 ante el seleccionado nacional de Nueva Zelanda.

La Selecta salvadoreña no conoció la derrota en sus dos intervenciones en tierras texanas (Houston y Dallas), ya que en el primer encuentro con Nueva Zelanda quedaron empatados.

En la primera mitad del partido la Selecta tuvo posesión de la pelota, balones al vacío y no menos de cuatro ocasiones claras para convertir. Dos de ellas terminaron adentro. La primera fue al minuto 16, cuando un pase de Osael Romero dejó mano a mano a Rafa Burgos con el portero Pascenco.

El moldavo la rechazó, pero le quedó a Nelson Bonilla para empujarla y celebrar su primera anotación con la Selecta. Euforia en el Cotton Bowl, que ya al minuto 3 casi celebra uno cuando el propio Bonilla estrelló su tiro en el poste.

No tardó mucho en llegar el segundo, al minuto 23, cuando una buena habilitación de Burgos dejó a Jaime Alas de cara al gol. El jugador de Firpo la colocó suave al primer palo y salió a celebrar.

En el segundo tiempo, Moldavia creció un poco y sin ser dominador consiguió llevar peligro y reabrir algunas grietas defensivas que no se vieron en la primera etapa.

Las estadísticas dirán que El Salvador le volvió a ganar a un equipo europeo después de más de cinco años. El antecedente más cercano era de enero de 2007, cuando el entonces equipo de De los Cobos venció 1-0 a Dinamarca con gol de Cheyo Quintanilla.

Por su parte en el encuentro Honduras-Nueva Zelanda el equipo centroamericano nunca mereció perder (1-0) un partido donde sometió, principalmente en el segundo tiempo, a un equipo de Nueva Zelanda, que solo precisó de un descuido de la zaga para amargarle la noche al cuadro hondureño.

Las condiciones del estadio Cotton Bowl no ayudaba mucho a un partido que se vislumbraba con poca calidad técnica, muy trabado en la mitad del campo. A eso habría que sumarle la falta de ritmo de juego de los atacantes catrachos Carlo Costly y David Suazo. Sobre todo, este último tuvo dos llegadas de peligro para Honduras, pero en ambas disparó totalmente desviado, cuando el arco lo tuvo a su merced.

Los catrachos aun con su juego no muy depurado, era mejor que su rival. Boniek García, que a veces abusaba del juego individual, se atrevió de media distancia, pero el balón salió arriba del arco.

Después fue Sabillón quien encontró un rebote fuera del área y disparó de zurda, aunque solo para asustar al golero neozelandés Paston porque la pelota a lo más que llegó fue a pegar en la parte lateral de las mallas.

Cuando todo indicaba que los dos equipos se irían al descanso sin goles justo al minuto 45, el conjunto de Nueva Zelanda sorprendió en su primera llegada con peligro al arco.

Brockie ganó la banda izquierda y envió un centro perfecto para Smeltz, que entre los centrales hondureños metió el cabezazo letal para el 1-0, magnificado por el vuelo infructuoso del cancerbero Noel Valladares.

Así se fueron a los vestuarios y al regresar Honduras fue otro equipo. Más decidido, con mayor y mejor manejo de balón.

Al minuto 61, Lalín, que entró por el lesionado David Suazo, disparó en el área, pero el balón chocado por un defensor fue a pegar al vertical.  De igual manera, al minuto 77, Wilmer Crisanto, otro de los hombres de recambio, disparó de derecha para que el esférico pegara con el otro poste.

A estas alturas, Honduras, con una serie de cambios en todos los departamentos, tenía sometido al conjunto de Oceanía, que no podía hacer otra cosa que defenderse y parecía que sería cuestión de tiempo para el empate. Empate que nunca llegó, a pesar de que Honduras hizo los méritos para lograrlo.

Honduras y El Salvador se verán las caras nuevamente este sábado 2 de junio a las 4 de la tare en el estadio Robert F. Kennedy de Washington, donde se espera una gran cantidad de aficionados de ambas selecciones, ya que en la region metropolitana de Washington viven más de 500 mil salvadoreños y unos 100 mil hondureños.

 

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