Vevey, Suiza. (ConCienciaNews; ACS) – Siguen llegando las buenas noticias para los amantes del chocolate amargo. Esta vez se trata de la ‘cura del chocolate’, capaz de calmar el estrés emocional.
Estudios clínicos llevados a cabo en Suiza reportaron recientemente que comer alrededor de una onza y media de chocolate amargo todos los días durante dos semanas reduce los niveles de hormonas del estrés en personas que se sienten ‘muy estresadas’. Esto según lo reportó el Journal de Proteome Research de la American Chemical Society.
Los investigadores encontraron más evidencia de que los antioxidantes y otras sustancias beneficiosas existentes en el chocolate amargo reducen los factores de riesgo de enfermedades del corazón y ciertas condiciones físicas. En este análisis también se encontró que el dulce preferido por muchos también podría corregir parcialmente otros desequilibrios bioquímicos relacionados con el estrés.
“Este estudio provee evidencia convincente de que el consumo diario de 40 gramos ó 1.4 onzas de chocolate amargo por un periodo de dos semanas, es suficiente para modificar el metabolismo de personas sanas”, concluyó el grupo de científicos en el reporte.
Todos los voluntarios participantes en la investigación eran considerados como ‘altamente estresados’ y se sometieron a la medición de niveles hormonales de estrés y de sustancias bioquímicas para determinar su mejoría luego de dos semanas de consumo diario de chocolate amargo. (Cabe resaltar que este estudio fue llevado a cabo por científicos en la planta industrial Nestlé en Suiza, compañía internacional de productos, entre los que se encuentra el chocolate).
Si bien estudios anteriores habían sugerido que las propiedades del chocolate amargo podrían ser beneficiosas para la salud, ésta sería la primera investigación que halla evidencia en estudios realizados con humanos.
Biólogo mexicano espera que otros también apuesten por la ciencia
Washington, D.C. (ConcienciaNews) – Luciano DiTacchio nunca pensó que sería científico. Pero hoy, a sus 33 años, asegura que no se ve haciendo algo diferente. Fue una clase de biología en la escuela lo que le despertó el interés por la ciencia; y, desde ese momento, no ha parado de estudiar e investigar sobre el tema.
“Los maestros que tuve en ese momento eran muy buenos, me enseñaron el camino para hacer ciencia e investigar”, dijo DiTacchio, quien estudió Microbiología en la Universidad de Texas y luego hizo un doctorado en Biología Molecular en la Universidad de Mayo Clinic.
DiTacchio, quien es mexicano pero viajó a El Paso, Texas, desde muy joven para estudiar microbiología, es reconocido como un científico latino e inmigrante que ha sabido aprovechar las posibilidades y oportunidades que le da el país para salir adelante.
“Las cosas se fueron dando, nada fue planeado”, dijo DiTacchio, quien además tenía mucho interés por las artes plásticas. Sin embargo, “[la biología] después se convirtió en algo que disfrutaba todo el tiempo”.
Por eso quiere servir de ejemplo y llevar el mensaje a los jóvenes de que, con insistencia, estudio y ganas, se puede lograr lo que se quiere; incluso estudiar temas tan complejos como los circuitos genéticos: ya son varios los años que DiTacchio viene analizando cómo se regulan los genes, identificando cómo funcionan las proteínas específicas, y qué papel juegan en la activación de los genes.
“Lo que estudio son los ritmos circadianos, los mecanismos moleculares del reloj biológico. Estudio el circuito genético de las partes de éste, a nivel de transcripción y traducción del ADN”, explicó DiTacchio.
La transcripción es el proceso que tiene lugar en las células vivas, en el que la información genética del ADN es transferida a las moléculas. La transcripción tiene lugar en el núcleo de la célula o en la región del núcleo, y está regulada por los factores de la transición.
DiTacchio se ha dedicado a investigar cómo se aprende y apaga el circuito a nivel molecular. Es decir, los mecanismos moleculares del reloj biológico.
Basado en su experiencia y sus ganas de estudiar la ciencia, el investigador invita a otros jóvenes a seguir el mismo camino: “Creo que los jóvenes pueden encontrar lo que quieren a través del estudio, que luchen por lo que quieren; no es fácil y tienen que tener determinación”.
Aunque DiTacchio cuenta con muchos amigos científicos latinos, cree que es importante que se también se promueva el amor por la biología, la investigación, la química y las ciencias naturales, en los centros educativos y en las casas.
“Países como Brasil y Argentina tienen muchos científicos, pero necesitamos que más países se unan a estos estudios”, dijo DiTacchio. “No es sólo estudiar ingeniería o cómputo, hay que promover el estudio de la ciencias y la biología”.
Actualmente, DiTacchio trabaja como investigador en el Salk Institute for Biological Studies
Regulatory Biology-Panda, donde todos los días tiene que lidear con lo que lo apasiona: microscopios, ratones, números y letras.
En unos años le gustaría ser líder de un grupo de investigadores y tener su propio equipo, para juntos llegar a descubrir cambios o situaciones en los genes de los seres humanos.
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