El Pentágono reconoce que desechó restos humanos que aparecieron en los lugares en los que se produjeron los ataques del 11 de septiembre en Washington y Pensilvania en un basural luego de la cremación.
Es la primera vez que el ejército admitió haber hecho esto con los restos del 11 de septiembre, luego de haberse descubierto el año pasado que los restos de los soldados estadounidenses fallecidos en Afganistán e Irak también fueron desechados en un basural.