El Senado de Virginia aprobó una versión modificada de una medida que obliga a las mujeres a realizarse una estudio de ultrasonido antes de un aborto.
La nueva medida mantiene la obligatoriedad de realizarse el ultrasonido pero elimina la disposición que hubiera obligado a introducir un dispositivo intravaginal.
La obligatoriedad del dispositivo desató una fuerte crítica a nivel nacional por parte de quienes lo consideraban una “violación realizada por el estado”.