El alzheimer llega

Luisa Fernanda Montero
Para La Red Hispana
Una de las cosas más difíciles que tenemos que aceptar como hijos es que nuestros padres envejecen. Caminar a su lado y percibir que sus pasos ya no son tan rápidos y seguros, duele.
Cada cual enfrenta este tipo de situaciones como mejor puede, hasta que el tiempo de la improvisación se acaba. Llega un momento en el que, de verdad, tenemos que hacernos cargo.
Algunos, suelen, como mecanismo de defensa tal vez, negarse a la realidad. La verdad es que ver el decaimiento de nuestros seres queridos es muy doloroso. Pero al final, hay una cosa clara: tarde o temprano tendrás que enfrentarlo.
Yo no sé si existe una formula para el equilibrio, pero sé que hay que descubrirla y sospecho que hay una sola para esa relación misteriosa, única y maravillosa que tenemos con nuestros padres, y a veces, con nuestros abuelos o tíos que están envejeciendo. Cada familia es única, por eso cada formula es única. Eso si, todas sin excepción, han de tener un ingrediente sagrado: amor.
Una de las sorpresas más angustiosas y desafiantes que vienen con la edad es el Alzheimer. En Estados Unidos, según los Centros de Control de Enfermedades – CDC –  más de cinco millones de personas lo padecen y es una de las causas principales de muerte entre adultos mayores. Sin embargo es común que escuchemos hablar del Alzheimer sin tener idea de lo que es. Bien, es una enfermedad y es la forma más común de demencia presente entre los adultos mayores.
El Alzheimer afecta partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje y puede interferir seriamente en la capacidad del individuo de realizar las actividades diarias. Aunque cada vez los científicos aprenden más sobre el modo en que actúa esta enfermedad, aun no sabemos exactamente que la genera. Sin embargo, es claro que la edad es un factor de riesgo determinante y que la historia familiar también cuenta.
Pero además de la genética, al parecer, factores como la educación, la dieta y el entorno pueden jugar un papel importante. Cada vez hay más evidencia de que algunos de los factores de riesgo de enfermedades cardiacas, como la presión arterial alta, el colesterol alto y los bajos niveles de folato, pueden también aumentar el riesgo de padecer Alzheimer. Además, la evidencia de que las actividades sociales, físicas e intelectuales pueden ayudar a prevenirlo, van en aumento.
Y claro, como ocurre con la mayoría de padecimientos, la detención temprana ayuda mucho. Hay que prestarle atención a  las señales de alerta. ¿Cuáles son? Para empezar, las fallas de la memoria. Si bien es cierto que a todos se nos olvida algo, en algún momento y a veces en más momentos de los que  quisiéramos, pero hay que ponerle  sentido común, hay cosas que no se olvidan, cuando ellos empiecen a olvidarlas reiterativamente, hay que prender las alarmas.
Las personas que padecen esta enfermedad, pueden empezar a olvidar, por ejemplo,  los caminos recorridos y comunes de su cotidianidad y las formas de realizar ciertas tareas u oficios a los que estaban acostumbrados.
Es claro que cada individuo es un mundo distinto, como lo es cada familia. Pero a la primera señal la familia debe hacerse cargo. ¿Quién es la persona encargada de cuidar permanentemente al enfermo? ¿Quién reemplazará a esta persona cuando deba ocuparse de otros asuntos? ¿Cómo se enfrentaran los gastos médicos y demás? ¿Qué podemos hacer para darle  calidad de vida? ¿Tendrá acceso a un buen tratamiento médico?
Si, muchos preferimos cerrar los ojos. Enfrentar la realidad, de esta o cualquier enfermedad no es fácil. Hay que hacerlo. Hay que tener un plan familiar que garantice el bienestar del enfermo y la armonía del hogar. Para eso hay que actuar. No permitamos que la vida nos tome por sorpresa.
Caminemos a su lado, informémonos, conozcamos las opciones y  busquemos la mejor asesoría que tengamos a nuestro alcance, hagámonos cargo ahora, antes de que sea demasiado tarde. El Alzheimer llega.
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El Consejo Nacional Hispano para Adultos Mayores (NHCOA) – la organización nacional que trabaja para mejorar la calidad de vida de los hispanos adultos mayores, sus familias y cuidadores – participó en una audiencia reciente en el Congreso sobre el impacto de la enfermedad de Alzheimer en la comunidad hispana.
La estadísticas muestran que los latinos son 1.5 más propensos a desarrollar Alzheimer que los norteamericanos blancos no latinos. Más preocupante aún, aunque los latinos sufren de esta enfermedad y otros tipos de demencia en mayor proporción hay menos probabilidad de que tengan un diagnostico especifico (Asociación de Alzheimer).
Ante esto, El NHCOA realizó un estudio en la comunidad y revelará los resultados durante la reunión en el Capitolio.
“El estudio llama la atención sobre este creciente problema de salud pública que enfrenta nuestra sociedad. Los resultados del estudio resaltan la necesidad de desarrollar estrategias que sean cultural y lingüísticamente apropiadas para aumentar el conocimiento sobre la enfermedad de Alzheimer entre los hispanos e informar a los cuidadores sobre recursos disponibles que les ayuden en su tarea de cuidar a sus seres queridos que padecen de la enfermedad de Alzheimer,” dijo la Dra. Yanira Cruz, presidenta de NHCOA.

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