Por Ramón Jiménez
Los niveles de crecimiento económico de El Salvador son tan bajos (1.6 por ciento) que se encuentra a la zaga entre los países centroamericanos y no se visualiza una salida de esa crisis a un corto plazo, de no ser que todos los salvadoreños —incluyendo a los salvadoreños en el exterior— se unan con una visión de nación y dejen a una lado las banderas políticas.
En esos términos se refirió el economista Luis Membreño, durante una disertación que ofreció este jueves en Washington, D.C. con la asistencia de conocidos empresarios del Distrito de Columbia, Maryland y Virginia de diferentes tendencies políticas, a quienes recalcó que los otros países de la región tienen economías más estables y que su país tiene que “integrarse al mundo” para salir de la crisis.
“Ahora es Panamá la que lidera en Centroamérica (con 7 por ciento de crecimiento) seguido de cerca por Costa Rica, Guatemala, Nicaragua y Honduras, después de que en otras épocas fue El Salvador el líder en crecimiento económico y el más industrializado”, apuntó Membreño.
Reconoció el disertante que todos los salvadoreños tienen la obligación moral de reducir los niveles de pobreza.
“Hay que generar empleo, riqueza, impuestos, inversión y para ello la confianza entre todos es indispensable, para mantener una economís sostenible de la forma que lo han logrado otros países como Chile, que después de 30 años crece sosteniblemente de la misma manera sin importar el partido que gobierna”, enfatizó.
Vaticinó que su país necesita crecer por lo menos 7 por ciento durante tres décadas, pero que sea un crecimiento fuerte, acelerado y sostenido; para eso surgirió una mayor inversión, a la que tiene que unirse la diáspora salvadoreña para que se abra un clima de confianza y de esa forma pueda atraer inversionistas de otros países.
Unidad parece ser la palabra de moda entre los funcionarios del Gobierno, líderes politicos y empresariales.
“Quiero aprovechar el inicio del mes cívico, para hacer un llamado al pueblo salvadoreño a que sigamos guiándonos bajo el espíritu de la unidad nacional, ese espíritu que debe prevalecer en el país para que logre liberarnos de los yugos que, así como en los años de la independencia centroamericana, ahora continúan existiendo bajo nuevas modalidades”, dijo el presidente Mauricio Funes a principios de este mes, donde además pidió a los políticos “reducir la polarización”.
Para el presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Jorge Daboub, en vista de que a principios de 2014 se elegirá a un nuevo presidente de la república, el nuevo mandatario deberá tomar en cuenta algunos elementos clave, para poder dinamizar la política económica del país.
Algo primordial, reconoció Daboub, es generar confianza en diferentes ámbitos y señaló que la próxima administración no debe manosear la institucionalidad en los órganos del Estado.
“También se debe generar confianza fiscalmente, se debe hacer políticas responsables y se va actuar en base a la realidad que tenemos, a los retos del país y a los números que estamos enfrentando.
Por último, dijo, se debe desmantelar la burocracia estatal y la legislación nociva respecto a una serie de temas que complican a la inversión en el país.
Membreño alertó que El Salvador no es viable sin la concertación social, por lo que recomendó a todos los partidos políticos y a la sociedad civil que tienen que tener una visión de futuro.