El Papa Francisco declaró este martes que el arzobispo salvadoreño Óscar Romero, asesinado mientras oficiaba misa por un francotirador asociado a los escuadrones de la muerte de la extrema derecha, murió como mártir de la fe católica.
Romero murió de un disparo al corazón en 1980 en la capilla de un hospital para pacientes con cáncer al poniente de la capital San Salvador, hecho que se atribuye a escuadrones de la muerte, que según la Comisión de la Verdad, fueron dirigidos por el exmayor Roberto D’Aubuisson, fundador del partido ARENA.
Monseñor Romero es «venerado como un santo por mucha gente en América Latina», explicó el corresponsal de la BBC en Roma, David Willey.
Desde hace varios años muchos le llaman «San Romero de América», que con la beatificación por parte del Vaticano sería una realidad.
«Está claro que el Papa aceleró el largo proceso burocrático de reconocer al arzobispo como una de las figuras clave de la Iglesia católica en el siglo XX», afirmó Willey.
La decisión implica que Romero puede ser beatificado sin que se le atribuya un milagro. La beatificación es el paso antes de la santidad en la Iglesia.
Lea: Monseñor Romero: el arzobispo que no necesitó al Vaticano para ser santo
Injusticias
La beatificación de Romero había sido obstaculizada durante décadas por el Vaticano, debido a preocupaciones sobre las supuestas inclinaciones marxistas del sacerdote.
Lea: ¿Quién era Óscar Romero, el arzobispo cuya canonización fue prohibida por el Vaticano?
El papa Francisco había anunciado en agosto del año pasado que suspendía la prohibición para beatificar a Romero.
«Romero habló públicamente en contra de las injusticias sociales y la pobreza y denunció las torturas y asesinatos del régimen militar», dijo Willey.
Sus «ideas políticas radicales y su apoyo a la teología de la liberación, sospechosa por aquel entonces de estar inspirada en el marxismo, ralentizó el progreso hacia la sanidad» de Romero, explicó Willey.
«La verdad se ha abierto camino con la beatificación de Monseñor Romero. Estamos muy contentos. La verdad siempre triunfa, la verdad lo reinvindica, Dios lo ha reinvindicado, la Iglesia lo ha reinvindicado», dijo monseñor Ricardo Urioste, presidente de la Fundación Monseñor Romero de El Salvador.
————————————————————————————————————————————————————
Gobierno y pueblo de El Salvador se congratulan por pronta beatificación de Monseñor Romero
“Nuestro Gobierno reconoce la figura y obra de Monseñor Óscar Arnulfo Romero como guía y luz en el camino hacia un país de bienestar para todas y todos”, expresó el primer mandatario Salvador Sánchez Cerén, al iniciar esta mañana una reunión del Consejo de Ministros.
El jefe de Estado declaró que “la voz de Monseñor Romero elevó hasta el cielo, hasta Dios, el clamor de los más pobres de El Salvador” y “su ejemplo sigue inspirándonos para hacer de nuestra tierra un lugar con justicia y felicidad.
El presidente Sánchez Cerén leyó ante el Consejo de Ministros un mensaje del embajador salvadoreño ante la Santa Sede, Manuel Lopez Barrera, en el que le anunció la decisión de Su Santidad, palabras que fueron seguidas de un efusivo aplauso de parte de los funcionarios y funcionarias.
Aclaró que aún no se conocen los detalles ni la fecha, pero dijo que tiene que ser un “evento histórico, que trascienda a nivel mundial como lo merece la figura de Monseñor Romero”.
El jefe del Gobierno dio instrucciones al secretario de Gobernabilidad y Comunicaciones, Hato Hasbún para que coordine la conformación del equipo que trabajará junto con la iglesia Católica en la organización del acto donde será beatificado Monseñor Romero, que está previsto se realice en la plaza de El Salvador del Mundo.
Añadió que con “la llegada del papa Francisco se aceleró esta causa”, pues él “es una persona que estima la obra de Monseñor Romero”.
“Monseñor Romero es una causa que ha motivado al mundo, y en todas partes conocen a El Salvador por la figura de Monseñor Romero”, dijo con mucho júbilo el presidente de la República.