El embajador de Nicaragua, Francisco Campbell (de saco y lentes) y el cónsul general de Venezuela en New Orleans, Jesús Alberto García. Junto a otros panelistas. Foto Ramón Jiménez.
Por Ramón Jiménez
Por varios años Nicaragua estuvo entre los países menos violentos en todo el Hemisferio Occidental —segundo en la región y sexto en el mundo— hasta que llegó el proceso de desestabilización de grupos opositores con apoyo externo, que dejó muerte y destrucción, muchos de ellos policías y otros servidores públicos que solamente querían poner orden en medio del caos de varios meses.
Sin embargo, a partir del mes de julio de este año, la violencia comenzó a disminuir y en la actualidad el gobierno de Daniel Ortega mantiene el control de la situación y poco a poco está regresando a la normalidad.
Así lo dio a conocer el embajador de Nicaragua ante la Casa Blanca, Francisco Campbell, durante un evento comunitario convocado por Trabajadores Unidos de Washington, D.C., que tuvo lugar este miércoles en el sector de Mount Pleasant, al noroeste de la capital estadounidense.
Campbell mencionó algunos nombres de personajes que abiertamente apoyan a los grupos opositores desde el Congreso y Senado de Estado Unidos como los congresistas Mario Díaz Balart, Ileana Ros-Lehtinen así como los senadores Ted Cruz, Marco Rubio, y Bob Menéndez, todos con raíces cubanas, entre otros.
“Son grupos armados con apoyo externo que trataron de socavar y quieren destruir lo que se había logrado en la economía no solo en Nicaragua sino también en los otros países de Centro América», señaló Campbell.
«El terrorismo es parte de la estrategia que utiliza Estados Unidos contra los países progresistas y la violencia es parte integral del proceso de desestabilización para desacreditar a los gobiernos legítimamente electos”, agregó el diplomático afrodescendiente, cuya población en Nicaragua suma el 10 por ciento del total de la población.
Por su parte el cónsul general de la República Bolivariana de Venezuela en New Orleans, Louisiana, Jesús Alberto García recalcó que los métodos que utiliza Estados Unidos son de “una violencia estructurada” para desestabilizar o derrocar a los gobiernos elegidos por el pueblo, como el caso de Manuel Zelaya en Honduras y Fernando Lugo, en Paraguay, solo para mencionar algunos de los casos más recientes.
Se lamentó el cónsul García que después del gran avance que tuvieron los gobiernos progresistas en los países sudamericanos como Ecuador, Argentina y Brasil en la actualidad son gobiernos de corte derechista.
«Brasil y Argentina han caído en el más vulgar neoliberalismo», se lamentó García, en referencia a las políticas crediticias que aplica el Fondo Monetario Internacional y otros organismos regionales con los empobrecidos países latinoamericanos y de otros continentes.
Ante las críticas de la violencia en Venezuela y otros problemas sociales graves el cónsul señaló que si bien es cierto que hay violencia en su país «no se compara con México y Colombia, particularmente en Buenaventura donde hay ‘un picadero’ de gente», comparó.
En Washington hacen votos por la paz en Nicaragua
