Por Isaac Cohen*
Solo un término que describa un daño súbito y profundo, como una catástrofe, puede retratar lo que ocurrió en el nivel de empleo en Estados Unidos durante las últimas ocho semanas. En sólo siete semanas, más de 33 millones de personas han solicitado seguro de desempleo, la cifra más elevada registrada en un lapso tan corto. Por eso, la cifra de desempleo de 14.7 por ciento, divulgada por el Departamento de Trabajo la semana pasada cubriendo hasta el 18 de abril, no reveló la magnitud del daño que le ha causado la pandemia al mercado de trabajo en Estados Unidos. Funcionarios de alto nivel, como el Secretartio del Tesoro Steven Mnuchin y el consejero económico de la Casa Blanca Kevin Hassett, durante los programas dominicales de entrevistas, reconocieron que al final de abril, la cifra de desempleo había superado 20 por ciento.
Desempleo de 25 por ciento de la fuerza laboral no se veía desde la Gran Depresión de 1929. Sin embargo, esa comparación “no ayuda mucho,” dijo el ex Presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke, quien es un reconocido experto en la Gran Depresión. Entonces, la contracción inicial duró cuatro años, desde 1929 a 1933, mientras que esta vez sucedió en semanas. Además, la quiebra del sistema financiero fue una causa principal de la Gran Depresión. Hasta ahora, el sistema financiero sigue sólido con el apoyo del banco central, pero nadie sabe la duración o la magnitud de la contracción, la cual ya ha borrado casi once años de expansión económica y de creación de empleo.
*Analista y consultor internacional, ex-Director de la Oficina de la CEPAL en Washington. Comentarista de economía y finanzas de CNN en Español TV y radio, UNIVISION, TELEMUNDO y otros medios.