Activista Dolores Huerta critica al «extremista» Romney

La dirigente de derechos civiles Dolores Huerta criticó en una conferencia de prensa reciente las posiciones extremas del aspirante presidencial republicano Mitt Romney respecto a inmigración, quien ha recibido el respaldo de líderes antiinmigrantes del país

Afirmó que el respaldo de la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, y el hecho de que Romney haya dicho que la ley de inmigración de Arizona es un modelo para el país confirman que este sería el candidato presidencial más extremista de nuestros tiempos en materia de inmigración.

Las siguientes son sus declaraciones:

La comunidad latina enfrenta una decisión crucial en estas elecciones. Esto se debe a que no es una época cualquiera. Nuestros políticos no están debatiendo una política cualquiera.

Los candidatos republicanos serían desastrosos para las prioridades de los latinos. Los candidatos del Partido Republicano recortarían fondos para educación, Medicare y el Seguro Social. Se oponen a la Ley DREAM y a una vía a la ciudadanía para los inmigrantes. En general, están totalmente equivocados sobre los valores que definen la tradición estadounidense desde hace varias generaciones.

La política de Mitt Romney haría que todos empaquemos y nos vayamos de regreso a casa. Quiere hacer que las cosas sean tan difíciles para nuestras familias que nos auto deportemos. Pero lo que no comprende es que estamos en casa.

¿Es ese el tipo de retórica que queremos de alguien al mando de nuestro país?

El problema es que en algún momento, Mitt Romney decidió que era más importante asociarse con los elementos extremistas del Tea Party. Se rodea de personas que están dispuestas a ayudar a Wall Street a redactar sus propias normas, bloquear ayuda crucial para estadounidenses de clase media e interponerse en el camino de reformas de inmigración que han pasado a ser sinónimos del estilo de vida en Estados Unidos durante cientos de años.

Hablemos sobre un gran amigo de Romney: Kris Kobach. Es el padrino de las leyes anti inmigrantes de Arizona y Alabama, pero Mitt Romney se enorgullece de contar con su respaldo. Hablan sobre la inmigración indocumentada no como el caso de muchas familias en nuestra comunidad, sino como una plaga, a pesar de que la historia de la inmigración en este país ha definido la historia y tradiciones de tantas familias estadounidenses.

Acabo de estar en Arizona la semana pasada. Fui a mostrar mi respaldo por los estudiantes (que se beneficiarían) de la Ley DREAM que han decidido valientemente pronunciarse y hacerle ver claramente a Mitt Romney que no van a dejarse asustar con su propuesta de leyes que infundirían temor en familias y comunidades en todo el país.
No olvidemos quiénes son esos muchachos. Vinieron aquí de niños. Crecieron aquí. Este es su país. Algunos ni siquiera hablan el idioma del país donde nacieron.

Son muchachos inteligentes que se interesan en el futuro de este país y se organizarán para hacerse oír. Se pronunciaron públicamente porque quieren la oportunidad que merecen: quieren ser la próxima generación de médicos, maestros, investigadores e ingenieros. Simplemente quieren una oportunidad.

Pero ahora está más claro que nunca: Si Mitt Romney fuese presidente, permitiría que imperen leyes de inmigración tipo Kobach a nivel estatal y ahora sabemos que este es su modelo nacional. Fomentaría medidas que amenazan a nuestros niños solo por ser de una determinada raza y se opone a otorgar apoyo crucial para las familias de clase media, como atención de salud, Seguro Social y educación. ¿Es eso lo que queremos para nuestro país, nuestras familias?

Y ahora, Jan Brewer, la infame gobernadora anti inmigrante de Arizona, ha anunciado su respaldo a Mitt Romney.

No nos sorprende la decisión de la gobernadora Brewer, si se tiene en cuenta que Romney sería el candidato presidencial más extremista de nuestros tiempos respecto a los valores que más respetan los estadounidenses latinos y de clase media, y las tradiciones estadounidenses más fundamentales que definen a nuestro país desde hace muchas generaciones.

Así no se comporta un amigo de la comunidad latina. Así no se comporta un estadounidense que valora las tradiciones de este país. Esos son los actos de un candidato que se aferra a sus posiciones de ultra derecha sobre inmigración y cuya política significaría un ataque contra nuestras comunidades. Son los actos de alguien dispuesto a decir cualquier cosa para salir elegido.

Mitt Romney prometió vetar la Ley DREAM. ¿Sabe siquiera lo que hace la Ley DREAM? La Ley DREAM, en caso no sepa, se propone ayudar a estudiantes universitarios que no tienen culpa en la forma en que fueron traídos aquí y no conocen otra patria. La Ley DREAM es para que nuestros hijos sean médicos, maestros, enfermeros y profesores. Es para darles la oportunidad a nuestros veteranos de gozar de los beneficios del país que han luchado tanto por defender.

O sea que cuando Romney les dice a nuestros muchachos que vetaría la Ley DREAM, eso quizá haga eco en el Tea Party, pero es una bofetada para nuestra comunidad y pisotea los sueños mismos que han definido al Sueño Americano.

Romney piensa que los partidarios de la Ley DREAM quieren una “limosna”. Ese es un gran insulto. Y si ese es el tipo de retórica que los republicanos promueven, no hará sino continuar inclinándose hacia la derecha si es elegido Presidente.

Sabemos que Romney se ha ido tan a la derecha que no hay forma de que dé marcha atrás con respecto a esa posición extrema y adopte medidas sensatas.

O sea que está en manos de los votantes latinos. Está en nuestras manos pronunciarnos y dejarle saber a Mitt Romney: no nos vamos a ninguna parte. Y todo lo que necesitamos es una oportunidad. Quizá Mitt Romney diga que vetará la Ley DREAM. Pero en noviembre, los latinos vetarán a Romney. Y lo haremos por medio de la urna de votación.

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