Foto: cortesía Democracy Now!
El gobernador de Texas, Greg Abbott, traslada en buses más inmigrantes a la ciudad de Chicago.
Al menos nueve solicitantes de asilo se ahogaron durante el fin de semana cuando intentaban cruzar el río Bravo, que se encuentra ubicado a lo largo de la frontera entre México y el estado de Texas. Otros 37 solicitantes de asilo fueron rescatados.
El río está varios metros por encima de su nivel normal, ya que la región ha sido azotada por lluvias torrenciales en los últimos días. La tragedia ha intensificado los pedidos para que el Congreso y el Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, promulguen políticas que garanticen que los refugiados puedan cruzar de forma segura la frontera para solicitar asilo.
Entre otras medidas, se pide el fin de la política migratoria conocida como “Título 42” invocada por el Gobierno de Trump, que ha bloqueado la entrada a los Estados Unidos de alrededor de dos millones de solicitantes de asilo que buscan refugio en el país, obligándolos a tomar rutas peligrosas para ingresar.
Por otro lado, unos 125 solicitantes de asilo han llegado a la ciudad de Chicago en autobuses provenientes del estado de Texas. Solo el domingo, la ciudad recibió a unos 50 solicitantes de asilo, en su mayoría familias.
Los funcionarios locales exigen que el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, colabore para proporcionar un trato más humano a los solicitantes de asilo, al tiempo que Chicago pide más voluntarios para ayudar a los solicitantes de asilo que llegan a la ciudad.
Durante meses, Abbott ha trasladado a la fuerza a cientos de solicitantes de asilo a las llamadas “ciudades liberales”, incluidas Nueva York y Washington D.C.
