Amazonas, la balsa de piedra

Por Jorge Zavaleta Alegre
En todo el mundo se está acabando la etapa del desarrollo basado en la extracción y en el aprovechamiento inmediato de los recursos existentes y se busca un esquema de progreso sostenible. La reflexión y el debate es cada día más intenso.
En el Perú, diversas instituciones como la Delegación de la Unión Europea, el Goethe-Institut, filmotecas de las principales universidades, Alianza Francesa, Centro Cultural de España, han presentando decenas de documentales y películas de diversos países sobre el ambiente y el cambio climático en relación con la globalización: la cultura, la economía, los procesos migratorios, las guerras, la tala indiscriminada de bosques, la explotación minera, la contaminación de los océanos, las cuestiones sociales.
Destacan los trabajos del sueco Fredrik Gertten, con «Bananas!» (2009) y «Big Boys Gone Bananas!» (2011), ganadora del Premio del Público en el Festival de Cambridge y de otros premios. El primero da cuenta de los daños causados por el uso de pesticidas en las plantaciones bananeras de Nicaragua en los años setenta y ochenta del siglo pasado y el proceso judicial interpuesto por los trabajadores a la compañía bananera.
Big Boys Gone Bananas! recuerda el acoso de una multinacional contra el autor y su productora, a través de tácticas de intimidación, hasta la manipulación. Un film que reflexiona sobre la libertad de expresión, la libertad de prensa y la importancia de contar la verdad.
Más allá del fenómeno mundial, el cambio de modelo es de especial urgencia y de excepcional complejidad en los pueblos amazónicos y andinos. La ausencia de un compromiso político en el desarrollo regional ha sido en gran parte la razón del atraso histórico.
La más grande fortaleza de las comunidades de los Andes y la Amazonía son sus relaciones sociales y de identidad, alimentados por la reciprocidad y la solidaridad como principales valores. No se puede ocultar que hay un deterioro de las tradiciones en las comunidades debido a la creciente migración interna y desde otras regiones y continentes.
Pedro L. Sotolongo, presidente de la Academia de Ciencias de La Habana, advierte que la actual oleada migratoria, es una asimétrica articulación capital / trabajo, en los valores de competitividad, eficiencia y rentabilidad, todo a despecho de la depredación de la Naturaleza.
Hoy en día casi se olvida que los pequeños productores llenan los estómagos de la mayoría de pobladores urbanos. Sin las comunidades no habría suficiente alimentos en los mercados de las principales urbes de cada país latinoamericano.
La agricultura familiar, en el Perú, contribuye con 70% de la seguridad alimentaria nacional. Mientras las inversiones de grandes grupos económicos, locales y/o internacionales son para productos de exportación. Esta nueva transición económica y social, se traduce en el desplazamiento del Estado a los lugares más remotos, dinámica que resulta difícil y costosa. Las comunidades nativas se encuentran dispersas en varios departamentos y agrupadas en doces familias lingüísticas. La pluriculturalidad se hace más evidente.
La educación no ha conseguido la igualdad total que supondría la no discriminación. Simplemente, la cultura minoritaria, en cuanto identidad cultural trata de supervivir o de adaptarse con la cultura dominante. Las familias lingüísticas son 13: arahuaca, jíbaro, quechua, pano, cahuapana, tupi-guaraní, pebayagua, huitoto, huarakmbut-harakmbet, tucano, zaparo, tacana y una agrupación denominada “sin clasificación.
Algunas respuestas muy claras sobre la interculturalidad las encontramos también en la literatura. La balsa de piedra, una de las novelas más célebres del portugués José Saramago, Premio Nobel de Literatura 1998, y una de las más aplaudidas por su ingenio, Además objeto de una producción cinematográfica del cineasta George Sluizer, nos habla de una travesía de millones de españoles y portugueses por las aguas del centro del océano. Los personajes vivirán una aventura antes nunca vista a bordo de una barca cuyo viaje no se puede evitar. “La identidad de una persona no es el nombre que tiene, el lugar dónde nació, ni la fecha que vino al mundo. La identidad de una persona consiste simplemente en ser y el ser no puede ser negado”.
América Latina es una tierra multicultural, hervidero de danzas, músicas y rituales. Los estudios han identificado centenas de instrumentos usados y elaborados en zonas andinas, decenas de variaciones de antaras, variedades de quenas y de charangos. Pero la Amazonía no es ni tan fértil, ni tan homogénea. Las diferencias entre selva alta y baja, entre tierras ribereñas e inter fluviales y la potencialidad de uso de sus suelos así lo demuestran.
Tiempos difíciles los de hoy, el desafío de los pueblos amazónicos va más allá de la difícil geografía de la región. Es un desafío político, económico y cultural. Se suma una sociedad de gran heterogeneidad étnica, cultural y social.
La buena administración de los recursos debe convertirse en el común denominador del futuro del desarrollo andino y amazónico, abarcando tanto los recursos naturales productivos como los valores culturales, poniendo gran énfasis en algunos aspectos del medio ambiente tan ligados a la reducción de la extrema pobreza, como son la calidad del agua y de la tierra.
 
2014: FORO MUNDIAL DE LOS PUEBLOS INDIGENAS
El especialista en temas amazónicos Marc Dourojeanni en su reciente investigación “Loreto Sostenible al 2021”, plantea su posible futuro al 2021 bajo dos escenarios: el curso actual del desarrollo y las políticas de desarrollo sostenible. Considera que entre los conflictos más recurrentes por la explotación de hidrocarburos está la superposición de los lotes petroleros sobre las tierras de comunidades nativas tituladas, inscritas o con demandas de tierra.
CHIRAPAQ, Centro de Culturas Indígenas del Perú aprecia que en varios países de la región, los gobiernos centrales responden con importantes programas sociales en sus zonas andinas, amazónicas y que aparecen movimientos políticos directamente vinculados con las poblaciones nativas.
El pleno aprovechamiento de los recursos naturales exige un aumento de la inversión a gran escala y alta tecnología. Si estos proyectos pueden o tiene poco impacto sobre el empleo y los progresos regionales, su aporte es indispensable para la expansión de la base impositiva local para el suministro a bajo costo de bienes y servicios que demanda la economía andina y también para el desarrollo económico de cada país en su totalidad.
Se avecina la Conferencia Mundial de los Pueblos Indígenas que celebrará las Naciones Unidas en 2014. La educación será uno de los puntos más importantes de la agenda social. Investigaciones sociales indican haberse comprobado que los estudiantes de origen indígena tarden tres años o más que el promedio de los demás jóvenes para concluir una carrera universitaria. Comunicadores indígenas de diferentes países reflexionan sobre los avances y retos de los pueblos indígenas para contar con medios de comunicación propios y ejercer su derecho a la libertad de expresión para la defensa de sus pueblos y territorios.
Jorge Zavaleta Alegre escribe desde Lima, Perú.
Fuente: ARGENPRESS CULTURAL
 

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