Foto: cortesía Democracy Now!
Los casos de coronavirus en el mundo se están disparando a niveles no vistos desde el pico récord de contagios alcanzado en enero, en el que se produjeron brotes masivos en Europa, las Américas y parte de Asia.
El número de contagios en India continúa aumentando de forma exponencial, el jueves ese país registró más de 126.000 casos nuevos, un récord mundial diario solo superado por Estados Unidos.
Irán registró su tasa diaria más alta de contagios por tercer día consecutivo, con más de 22.000 casos confirmados. Irán ha tenido dificultades para obtener vacunas y ha administrado solo unas 200.000 dosis a su población de 84 millones.
Turquía registró el miércoles más de 54.000 casos y batió su propio récord de contagios diarios. Esto se produce a pesar de un programa de vacunación generalizada en el país que ha llegado a casi 18 millones de personas, más de una quinta parte de la población de Turquía.
En Canadá, el primer ministro de la provincia de Ontario, Doug Ford, declaró el estado de emergencia y dispuso una orden de quedarse en casa durante un mes en toda la provincia, ya que los casos de COVID-19 amenazan con colapsar el sistema de salud.
El presidente de Brasil se niega a decretar medidas de confinamiento
El miércoles Brasil registró 3.800 muertes por coronavirus, y casi superó la cifra récord de más de 4.000 muertes registrada el día anterior. Los hospitales de Brasil se están quedando sin suministros básicos, incluidos sedantes y oxígeno, y las autoridades de São Paulo, la ciudad más grande del país, anunciaron que abrirían 600 nuevas tumbas por día. Estas fueron las palabras expresadas por Paula Galvão, médica en un hospital de campaña en São Paulo:
Dra. Paula Galvão: “La difícil situación que estamos teniendo ahora es que no solo están llegando pacientes de edad avanzada al hospital, sino también muchos pacientes jóvenes, de 30, 21, 26, 29 años. Esos fueron los casos más graves que atendí ayer. Es realmente una situación muy mala”.
El miércoles, el presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, se negó una vez más a ordenar medidas de salud pública a nivel nacional para frenar la propagación del virus, y se burló de los políticos de la oposición que lo acusaron de provocar un “genocidio” por su desastroso manejo de la pandemia.
Presidente Jair Bolsonaro: “No vamos a aceptar la política de ‘quedarse en casa’, de cerrar todo, de confinarse. El virus no va a desaparecer. El virus, como otros, llegó para quedarse y permanecerá entre nosotros por un buen tiempo. Es prácticamente imposible erradicarlo. Y, hasta entonces, ¿qué vamos a hacer?”.
El martes, la cámara baja del Congreso de Brasil aprobó un proyecto de ley, respaldado por el presidente Bolsonaro, que permitiría a las corporaciones comprar directamente vacunas en el mercado internacional y dárselas a sus empleados, por delante de los grupos prioritarios, incluidos los trabajadores de la salud y las personas de edad avanzada.
