Por José Mejía
Recién llegado desde Roma, el ahora Cardenal Gregorio Rosa Chávez, en su trayecto desde el aeropuerto que lleva el nombre de su mentor hasta la catedral, hizo una escala en el monumento al Cristo de la Paz, y con una estampa del obispo mártir en su mano como credencial inició un pequeño discurso para mostrar los lineamientos de su misión: “Aquí está Monseñor Romero, él nos muestra el camino de la paz”.
El nuevo purpurado, quien desde el primer momento ha asumido su protagonismo gracias a la devoción del Papa por Monseñor Óscar Arnulfo Romero, trajo a cuenta una frase que el ahora beato dijo en 1978: “la palabra queda y este es el consuelo del que predica, mi voz desaparecerá, pero mi palabra que es Cristo quedará en los corazones que lo hayan querido acoger, esos somos nosotros”, afirmó.
Aprovechando la estación en el monumento Cristo a la Paz y reflexionó: “Aquí recordamos que un día la guerra acabó, pero falta que vengan ambas partes a clamar al Señor la paz, como pueblo que también quiere vivir en paz, justicia y verdad”.
Añadió que “la paz es un don de Dios y posible, pero es una tarea nuestra y hay que construirla”.
Aseguró que “no podemos seguir olvidando la memoria de los mártires y hombres de Dios, hacemos promesas firmes de que vamos a retomar muchas investigaciones que tenemos en Tutela para que se tomen en serio, tenemos dos obispos mártires, uno es Monseñor Romero y otro es Monseñor Roberto Joaquín Ramos, del que nunca se investigó los motivos de su muerte y hay que investigarlos”.
“Yo me siento un instrumento, fui a Roma en nombre de Monseñor Romero, él merecía estar ahí, pero fui en nombre de la iglesia martirial de El Salvador, la iglesia nuestra, pobre que quiere Dios, la que quiere el Papa Francisco y la que acompañó a Monseñor Romero, así que no hay en donde perderse por lo que tenemos que hacer para construir la paz”, destacó el prelado.
El cardenal Rosa Chávez anunció que visitaría la cripta, la tumba de Monseñor Romero, pero que en agosto iniciará una peregrinación desde la Catedral Metropolitana hasta la cuna del obispo mártir en Ciudad Barrios, San Miguel, con el propósito de unir al pueblo y motivar a la construcción de una sociedad más justa y fortalecida con los valores de la paz y la verdad.
Fuente: Transparencia Activa
