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Con una deuda nacional que actualmente alcanza el 100 % del Producto Interno Bruto (PIB), Estados Unidos nunca ha entrado en una emergencia económica tan endeudado como la actual. Y es casi seguro que saldremos de la próxima recesión en una situación fiscal aún peor que la actual.
Los responsables de las políticas deberían tener listo un plan de emergencia que les sirva de guía para responder a un shock económico de manera tal de mitigar una recesión y al mismo tiempo asegurar que la situación fiscal mejore en lugar de empeorar.
CRFB lanzó un “Plan de ruptura” esta semana en un evento organizado por Brookings Institution.

El Plan “Romper el Cristal” incluye:
- Una respuesta política a corto plazoadaptada a la naturaleza específica de la crisis.
- Un paquete de compensaciones bipartidistasa largo plazo que ahorraría $2 por cada $1 de aumento del déficit de la respuesta política a corto plazo para crear un pago inicial para la reducción del déficit.
- Unmecanismo de reducción del déficit por defecto para congelar la indexación de la mayoría de los parámetros de gasto e impuestos, mantener estables los niveles de asignaciones e implementar gradualmente un “recargo por reducción del déficit”, lo que ayudaría a poner el déficit en una trayectoria de planeamiento hacia el 3 por ciento del PIB.
- Unacomisión fiscal encargada de reemplazar el mecanismo predeterminado de reducción del déficit con medidas más cuidadosamente pensadas y adaptadas que logren al menos una reducción del déficit a largo plazo igual.
Si bien los detalles de cualquier respuesta dependerán de la naturaleza de la emergencia, es importante que esté bien focalizada y se ajuste a las necesidades de la recesión en particular. Los legisladores no deberían replantear sus políticas favoritas y llamarlas estímulos. Cualquier endeudamiento a corto plazo debería compensarse con creces con el tiempo para tranquilizar a los mercados y a los hogares de que el país no tiene la intención de endeudarse aún más, como ha ocurrido tras emergencias anteriores.
Quizás aún más importante, la reducción real del déficit debería implementarse automáticamente a medida que remita la emergencia. La deuda se encuentra actualmente en una trayectoria insostenible , lo que deja al país con poco margen fiscal para responder a la próxima emergencia y nos pone en riesgo de una crisis fiscal .
Dada la elevada y creciente deuda nacional de Estados Unidos, y la vulnerabilidad a los cambios fiscales provocados por una emergencia nacional, es importante que los responsables políticos planifiquen con antelación. Un «Plan de Reducción de Desastres» les proporcionaría las herramientas necesarias para hacerlo.
El Comité para un Presupuesto Federal Responsable pronto publicará más detalles sobre cómo será ese plan.
