Por Ramón Jiménez
No necesitamos contar la presencia latina en el Distrito 1 del Distrito de Columbia; podemos sentirla”, fueron las palabras de la concejal Brianne Nadeau durante le reciente celebración de los 34 años del Centro de Recursos para Centroamericanos (CARECEN).
Nadeau es una nueva miembro del Concejo Municipal de Washington, D.C., quien desde su posición trabaja por reforzar no solamente el sistema educativo de la ciudad sino también para que las minorías tengan acceso a una vivienda digna, que haya seguridad pública, buenos trabajos así como transparencia y efectividad en el gobierno de la capital del país.
Reconoció Nadeau que recientemente hizo entrega de 64 unidades de vivienda para personas de escasos recursos en el sector de Columbia Heights y en donde el Centro de Recursos juega un papel muy importante a través de sus representantes.
“Por eso y otras cosas celebro los 34 años de CARECEN”, dijo Nadeau, que en las últimas elecciones dio la gran sorpresa al derrotar al favorito concejal Jim Graham, quien fue el representante del Distrito 1 en el Concejo de la Ciudad por más de una década.
También el concejal David Grosso reconoció las necesidades de los inmigrantes en la capital, más que todo él que representa a todos los distritos (at-Large) y está dispuesto en seguir trabajando para que tengan una mejor calidad de vida.
“Vamos a asegurarnos que Washington, D.C. siga siendo un Santuario para los inmigrantes”, enfatizó Grosso, quien ha visitado Honduras y El Salvador.
“Conozco sus necesidades de primera mano, ya que he estado en los lugares donde viven las comunidades más pobres”, agregó.
Durante la celebración fueron reconocidos algunas personalidades destacadas de la capital como el periodista Armando Trull, quien recibió el galardón Saúl Solórzano Justice Award.
De igual manera, el educador Emmanuel Caudillo recibió el Premio Community Empowerment
También fueron presentados algunos testimonios de personas que de una u otra forma se han beneficiado con los programa de CARECEN. El estudiante guatemalteco Daniel Carrillo fue uno de ellos.
“Nunca me imaginé que iba a ver a mi mamá otra vez; ahora estoy con ella y puedo verla todos los días”, dijo entre sollozos y en inglés el estudiante de 17 años, quien llegó a esta capital hace poco más de un año en medio de la crisis de menores en la frontera y ahora cursa décimo grado en una escuela pública del Distrito de Columbia.
“Siento que hacer esto de hablar en público me ayudará en el futuro personalmente porque quiero ser un piloto comercial”, apuntó el tímido Daniel, quien al finalizar su presentación abrazó prolongadamente a su madre.
Otro testimonio llegó de parte de Ricardo Funes, quien reconoció que esa organización que ya cumple 34 años de servicio lo salvó de perder su casa a punto de ser hipotecada.
«Gracias a CARECEN por su gran ayuda», puntualizó Funes un padre de familia con niños en edad escolar.