Por Ramón Jiménez
Cada 3 de mayo es celebrado el Día de la Cruz entre los católicos del mundo, pero quizás no con gran devoción como lo celebran los salvadoreños tanto en su país como los que se encuentran diseminados en el mundo, como sucede en la región metropolitana de Washington, donde esa comunidad suma más de medio millón.

En esta ocasión el Día de la Cruz fue celebrado en la Iglesia Episcopal San Miguel Arcángel conjuntamente con feligreses de la Iglesia San Mateo, ambas episcopales y ubicadas en la localidad de Hyattsville, cuyo párroco es el sacerdote salvadoreño Vidal Antonio Rivas.
Durante 3 horas los feligreses de las dos iglesias estuvieron celebrando con cantos, meditaciones, oraciones, Eucaristía. Luego tuvo lugar la cena y compartimiento de frutas que se colocan alrededor de la Cruz.
«En realidad fue toda una fiesta religiosa y celebración de nuestra cultura», destacó Rivas.
«Dios nos siga dando la gracia de vivir sanamente practicando nuestro compromiso cristiano y podamos dar frutos abundantes de justicia, solidaridad, y vivir en la paz, que vien del amor y la justicia», agregó.
En algunas ocasiones el mismo Consulado General en la capital estadounidense se encarga de celebrar ese día especial con junto con algunos invitados y personas que esa fecha asisten a solicitar algún servicio consular.
Origen
La fiesta de la Cruz de Mayo tiene sus antecedentes en la celebración precristiana conocida como Festividad de los Mayos (o Palo de Mayo o May Pole en inglees), en la que se conmemoraba el tiempo medio de la primavera rindiendo cultos a la naturaleza. En especial, se festejaba adornando un árbol o erigiendo un tronco o tótem al que se le ponían adornos o flores, mientras se hacían danzas rituales y se cantaban o hacían recitaciones. Con la llegada del cristianismo, esta fiesta fue adaptada a la nueva fe, reemplazándose el tótem por la cruz cristiana. En algunos países se mantienen en forma paralela las festividades de la Cruz de Mayo y del Palo de Mayo.
Otra interpretación parece tener su origen en el hallazgo por Santa Elena de la cruz donde murió Cristo. La historia, narra como en el emperador Constantino I el Grande, en el sexto año de su reinado, se enfrenta contra los bárbaros a orillas del Danubio, en una batalla cuya victoria se cree imposible a causa de la magnitud del ejército enemigo.
Actualmente, la liturgia cristiana ha eliminado esta fiesta de su calendario, quedando unificada con la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, celebrada el 14 de septiembre, fiesta de origen similar.
Países donde todavía se celebra
Chile, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Meexico, Paraguay, Perú, Venezuela, Trinidad y Tobago.