Fran Omar señaló las buenas acciones de las organizaciones y movimientos de la sociedad civil y aquellas propiciadas por las fuerzas conservadoras afines al gobierno actual que han perjudicado a los salvadoreños. Una voluntaria sostiene la balanza de tela. Foto: Ramón Jiménez.
Por Ramón Jiménez/ML Noticias
El abogado y activista político Francisco Omar Rodríguez, más conocido entre los salvadoreños como Fran Omar, realizó una visita de trabajo esta semana en Washington, D.C., después de participar en talleres informativos y ruedas de trabajo en las ciudades de Chicago, Illinois y Los Ángeles, California.
Omar, quien es coordinador del Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular en El Salvador (BRP) —que integran organizaciones y movimientos de la sociedad civil—, aprovechó su visita a la capital estadounidense para hacer un análisis de la coyuntura que se vive en el territorio salvadoreño.
De igual manera, ofreció algunas lecciones de cómo resistir el autoritarismo del gobierno salvadoreño, y ver las oportunidades para la construcción de solidaridad transfronteriza, en particular dirigido a connacionales jóvenes que recién están conociendo la realidad de lo que se vive en su país.
Durante más de dos horas de presentación en el local de la Iglesia San Esteban (donde funciona el Comité de Solidaridad con el Pueblo de El Salvador: CISPES) se sopesaron todas las acciones positivas que realizan las organizaciones de lucha cívica a favor del pueblo salvadoreño, y las que hacen los grupos conservadores y el gobierno de Nayib Bukele en perjuicio de las mayorías.
Omar habló de correlación de fuerzas, unificación de estructuras y recomendó que todos los salvadoreños construyan una fuerza que defina las iniciativas políticas en relación al poder, y de esa forma saber “quién tiene esa iniciativa en este momento”.
Reconoció Omar, que anteriormente había un equilibrio de fuerzas entre los partidos FMLN y ARENA, pero se lamentó que desde 2019 las fuerzas conservadoras “de un golpe tomaron el poder de todo”, incluido los tres poderes del Estado, que en la actualidad son sumisos al presidente Bukele.
“Por tal motivo en 2021 nació el Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular; en busca de reposicionar el pensamiento popular como una iniciativa”, dijo Omar, mientras colocaba en una bolsa las acciones de los grupos de resistencia y en otra las de grupos conservadores, que al final pesaron más en la balanza representada con dos bolsas de tela sostenidas por voluntarios.
Entre todas las denuncias del régimen Bukele, Omar rechazó “la dinámica de capturas arbitrarias por asociaciones ilícitas, que se mantiene vigente desde marzo de 2023, cuando se implantó el régimen de excepción.
“En El Salvador existe una campaña constante de intimidación y miedo. Lo que pretende Bukele en las elecciones de 2027 es perpetuarse en el poder”, señaló Omar, que también asistió al Seminario Internacional del Partido del Trabajo, celebrado en México a finales de septiembre.
“Ahí denuncié los graves retrocesos que se están viviendo con una serie de situaciones impulsadas por el gobierno de Bukele y la esperanza de lucha en el BRP”, dijo.
Además, mencionó la reducción de los presupuestos, proyectos de muerte como la Ley de Minería y los graves retrocesos en materia de los Acuerdos de Paz firmados en el Castillo de Chapultepec, México el 16 de enero de 1992, que puso fin a la Guerra Civil de 12 años entre las fuerzas beligerantes del FMLN y el ejército salvadoreño.
Según Omar, al gobierno de Bukele no le interesa conmemorar los Acuerdos de Paz porque quiere borrar la memoria histórica a la población salvadoreña; porque, en la medida que ataca los símbolos de las victorias populares, genera condiciones para la dominación.
Bukele no comparte que los Acuerdos de Paz desmontaron la dictadura militar instalada en El Salvador desde 1931, tras el golpe de Estado realizado por el general Maximiliano Hernández Martínez, quien se mantuvo 14 años en el poder hasta que fue derrotado por huelga general de Brazos Caídos en 1944.
Recordó Omar que Bukele ha manifestado en muchas ocasiones falsedades sobre los Acuerdos de Paz, como que fue un pacto entre corruptos.
“Esa es una idea que constantemente está planteando y en esa medida al desconocer sobre su importancia abre la posibilidad para impulsar la militarización, persecución política, violaciones a los derechos humanos, y opacidad, incluso, de instituciones públicas sobre temas específicos”, remarcó Omar.
Denunció, además, la situación en que se encuentran algunos defensores de derechos humanos y voces críticas que están actualmente en detención provisional, como Fidel Zavala, Ruth López, Enrique Anaya, entre otros.
