Declaraciones de Obama sobre incidente en Detroit

Base de la Infantería de Marina en la Bahía de Kaneohe

Kaneohe, Hawai

EL PRESIDENTE: Buenos días. Ayer puse al día al pueblo estadounidense sobre las medidas inmediatas que tomamos –la intensificación de inspecciones y seguridad con relación a los viajes en avión– para mantener seguro a nuestro país tras el ataque terrorista frustrado el día de Navidad. Y anuncié dos estudios: un estudio de nuestro sistema de la lista de observación y un estudio de nuestras inspecciones previas a viajes por avión, para que podamos determinar qué falló, solucionarlo y evitar ataques futuros.

Esos estudios se iniciaron el domingo y se encuentran en marcha. Hoy emití las antiguas [sic] pautas para estos estudios y di instrucciones de que se presenten las conclusiones preliminares a la Casa Blanca el jueves, a más tardar. Es esencial que diagnostiquemos los problemas rápidamente y los solucionemos inmediatamente.

Ahora, los estudios y recomendaciones más cabales y formales sobre mejoras se concluirán en las próximas semanas, y me he comprometido a trabajar con el Congreso y nuestros servicios de inteligencia, de seguridad nacional y agencias de la ley a fin de dar todos los pasos necesarios para proteger al país.

Quise volver a dirigirme al pueblo estadounidense hoy porque algunos de estos datos preliminares que han salido a la luz en las últimas 24 horas son motivo de seria preocupación. Se ha reportado por todas partes que el padre del sospechoso en el incidente de Navidad advirtió a funcionarios de Estados Unidos en África sobre las opiniones extremistas de su hijo. Ahora parece ser que hace varias semanas, esta información se transmitió a un componente de nuestros servicios de inteligencia, pero no se distribuyó eficazmente a fin de que el nombre del sospechoso fuera incluido en la lista no fly.

También parece haber otras deficiencias. Incluso sin este informe en particular, había datos a disposición de los servicios de inteligencia que podrían y deberían haberse hilvanado. Hemos logrado mucho desde el 11 de septiembre en términos de recopilar información relacionada con los terroristas y atentados terroristas potenciales. Pero está quedando claro que el sistema que está en vigor desde hace años ahora no está suficientemente actualizado como para sacar el máximo partido de la información que recopilamos y los conocimientos que tenemos.

Si esta información crucial se hubiese compartido, podría haberse sumado a otros datos, y habría surgido un cuadro más completo y claro del sospechoso. Las señales de advertencia habrían indicado algo inquietante, y nunca se habría permitido que el sospechoso abordara ese avión camino a Estados Unidos.

El profesionalismo de los hombres y mujeres de nuestros servicios de inteligencia, antiterrorismo, de seguridad nacional y agencias de la ley es extraordinario. Se encuentran entre los estadounidenses más trabajadores y dedicados que jamás he conocido. Al proteger nuestra seguridad aquí dentro del país, arriesgan la vida constantemente dentro de este país y alrededor del mundo.

Pocos estadounidenses ven su trabajo, pero todos los estadounidenses están más seguros debido a sus logros. Han ido en pos de extremistas violentos y los han eliminado, han desbaratado complots y han salvado innumerables vidas estadounidenses; están alcanzando verdaderos logros diariamente en nuestra misión de desbaratar, desmantelar y vencer a Al Qaida y otras redes extremistas en todo el mundo. Y por esto, todo estadounidense tiene una enorme y eterna deuda de gratitud con ellos.

Es más, como dijo la secretaria Napolitano, está claro que una vez que el sospechoso intentó derribar el vuelo 253, después de su atentado, los pasajeros y la tripulación, nuestros sistemas de seguridad nacional y seguridad aérea tomaron todas las medidas del caso. Pero lo que también está claro es lo siguiente: si nuestro gobierno tiene información sobre un terrorista conocido y esa información no se comparte ni acarrea la acción que debiera, y como resultado, un extremista aborda un avión con explosivos peligrosos que podrían haber costado casi 300 vidas, eso significa que ocurrió una falla sistémica. Y lo considero totalmente inaceptable.

Las averiguaciones que he solicitado seguramente nos dirán más. Pero lo que ya es evidente es que hubo una combinación de fallas humanas y sistémicas que contribuyeron a esta brecha de seguridad potencialmente catastrófica. Es necesario que aprendamos de este episodio y actuemos rápidamente para arreglar las fallas de nuestro sistema, porque nuestra seguridad está en juego, hay vidas en juego.

Comprendo plenamente que incluso cuando todas las personas encargadas de velar por nuestra seguridad proceden como fueron entrenadas, que incluso si todo el sistema funciona exactamente como se planificó, no se garantiza el éxito en 100 por ciento de los casos. Sin embargo, esto sólo debe motivarnos a trabajar incluso más intensamente para ser más innovadores y tenaces en nuestros esfuerzos.

Como Presidente, haré todo lo que esté en mis manos para apoyar a los hombres y mujeres de los servicios de inteligencia, de seguridad nacional y las agencias de la ley a fin de asegurar que tengan las herramientas y recursos que necesitan para preservar la seguridad de Estados Unidos. Pero también es mi deber asegurarme de que nuestros sistemas de inteligencia y seguridad nacional, agencias de la ley y las personas que trabajan allí sean eficaces y rindan cuentas. Tengo la intención de cumplir con esa obligación e insistir en que haya responsabilidad a todo nivel.

Ése es el espíritu que nos guía al hacer las averiguaciones sobre el atentado del día de Navidad. Ése es el espíritu que guiará todos nuestros esfuerzos en los días y años venideros.

Muchas gracias.

Fuente: Casa Blanca

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