Dos denunciantes en una prisión perteneciente al Servicios de Inmigración y Control de Aduanas en el estado de Luisiana revelaron que funcionarios de dicha agencia deportaron a inmigrantes a sabiendas de que su temperatura corporal ascendía a más de 39 grados Celsius y que probablemente padecían COVID-19.
Los funcionarios encubrieron engañosamente los síntomas de los inmigrantes, ya que según la política de la agencia, quienes presenten temperaturas superiores a 37 grados Celsius no pueden ser deportados. Uno de los denunciantes sostiene que el personal recibió instrucciones de mantener el aire acondicionado a temperaturas muy bajas para “congelarlos”, a fin de que los inmigrantes enfermos pudieran pasar el control de temperatura para ser deportados.
Estados Unidos continuó deportando a miles de personas a pesar de sus síntomas, lo que contribuyó a una rápida propagación de COVID-19 en América Central y Haití. Los denunciantes trabajan en el Centro Correccional Richwood, de gestión privada, en Luisiana, donde al menos 69 personas dieron positivo por COVID-19. Dos guardias han fallecido a causa de la enfermedad.
Servicio de Inmigración intentó censurar a los periodistas “empotrados” que filmaron irregularidades

En noticias relacionadas, dos cineastas que realizaron un reportaje sobre el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estadounidense, como periodistas “empotrados” durante más de dos años, afirman que la agencia amenazó con censurar partes de su serie de documentales y se empeñó en retrasar su estreno hasta después de las elecciones de 2020. Los cineastas filmaron a agentes de este órgano mintiéndoles a los inmigrantes para que los dejaran entrar en sus casas, así como a oficiales que forzaron ilegalmente la cerradura de un edificio de apartamentos durante una redada, y a agentes que se burlaron de los inmigrantes después de ser detenidos. La serie documental, “Immigration Nation” (Nación de inmigración), se estrenará en Netflix el próximo mes.
Juez prohíbe a los agentes federales en Oregón que ataquen a periodistas y observadores legales

En Portland, en el estado de Oregón, continúan las protestas contra el racismo, así como el despliegue de agentes federales en la ciudad. El jueves, un juez federal emitió una orden de restricción que prohíbe a los agentes federales usar la fuerza contra periodistas y observadores legales. Mientras tanto, el inspector general del Departamento de Justicia ha anunciado que investigará las acciones de las fuerzas federales en Portland, así como en Washington D.C.