Por Raúl Fain Binda
Los expertos, cuando son oportunistas, tienen el mismo problema que los vanidosos: todos los demás están esperando que tropiecen para recordarles que no son tan sabios como ellos creen.
(Los verdaderos expertos acostumbran a ser muy discretos con sus pronósticos: el fútbol, como la economía y la política, es una actividad en constante flujo, como las mareas que el Rey Canuto no podía detener.)
Durante la pretemporada escuchamos que Manuel Pellegrini estaba condenado, que su Manchester City era un equipo de hombres caros pero flojos,mientras que el Chelsea de José Mourinho era duro como un pedernal.
Jose Mourinho sufrió su segunda derrota como entrenador del Chelsea jugando de local en su partido número 100 en Stamford Bridge.
Ahora vemos al chileno caminar con una sonrisa ancha como el Atlántico y al portugués al borde de un ataque de nervios: el City encabeza la Premier con cuatro victorias contundentes, mientras el Chelsea languidece 8 puntos detrás.
No faltan las sorpresas en otras ligas europeas: en Italia la tabla de posiciones tras dos partidos está encabezada por Chievo, Torino, Inter, Sassuolo y Palermo, con Juventus en la cola, sin un mísero punto.
En España, Celta de Vigo y Eibar comparten el primer lugar con el Atlético de Madrid y el Barça.
No es momento para sacar conclusiones, claro. Real Madrid, que perdió dos puntos en su primer partido, arrolló el sábado al Real Betis, 5-0… ¡ni uno de CR7 (Cristiano Ronaldo)! Este es el equipo que «con Rafael Benítez en el banquillo no tiene gol».
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En el Santiago Bernabéu deslumbró James Rodríguez (a quien Benítez tenía en penitencia, con dos goles sensacionales y una asistencia) y Gareth Bale mostró atisbos de lo que espera Florentino Pérez, ese Minotauro en su laberinto.
El colombiano James Rodríguez anotó un golazo de «chilena» en la victoria del Real Madrid.
La ausencia de Messi y CR7 en la lista de goleadores en los dos partidos iniciales es de lo más llamativa: en el caso del argentino, es la primera vez que ocurre desde 2007.
La rutina persiste, en cambio, en Francia y Alemania. En la Ligue 1, el Paris Saint Germain ha ganado sus tres partidos, mientras que en la Bundesliga tienen cartón lleno el Borussia Dortmund (gd +10) y el Bayern Munich (gd +9).
Tomen nota del nombre del nuevo DT del Borussia: Thomas Tuchel, joven todavía para DT (42 años) pero bastante experimentado, ya que lleva 15 años como técnico. En Dortmund ya están comenzando a olvidar a Jurgen Klopp.
(En su primer partido de pretemporada, los dirigidos por Tuchel ganaron 17-0 a un equipo de atletas olímpicos. Era un amistoso con fines benéficos, pero el tanteador revela el carácter implacable de los entrenadores ambiciosos.)
Los actuales campeones de Italia y subcampeones de Europa, la Juventus, lleva dos derrotas en dos partidos por primera vez en su historia.
Pero la Premier inglesa es por ahora la liga más excitante del panorama europeo: el City gana y convence, el Chelsea (13º en la tabla) es un flan y el Man United (5º) un colador, mientras que el Crystal Palace, el Leicester y el Swansea sorprenden como escoltas del líder.
Arsenal (6º) y Liverpool (7º) alternan una de cal y otra de arena, como nos tienen acostumbrados: el equipo de Arsene Wenger superó 0-1 de visitante al Newcastle, mientras que el de Rodgers cayó 0-3 en Anfield ante el West Ham.
Pero lo más fascinante es el contraste entre la felicidad que ilumina el rostro de Pellegrini y las muecas de disgusto de Louis Van Gaal y Mourinho.
Bafetimbi Gomis, la pantera, celebra su gol contra Manchester United, tanto que para la prensa británica fue culpa del argentino Sergio Romero.
El domingo, en el campo del Swansea, LVG (así lo llaman aquí) perdió una nueva apuesta: Sergio Romero, su portero argentino, dejó pasar tiros de Andre Ayew y Bafetimbi Gomis que, según los expertos, David De Gea habría detenido.
El saldo es alarmante: dos partidos ganados, uno empatado, uno perdido; tres goles a favor, dos en contra; portería en crisis, delantera sin rumbo…
El argentino llegó de la mano de Louis van Gaal, pero pocos creen que esté a la altura del español David De Gea (muy criticado cuando llegó al fútbol inglés).
Pero el holandés puede decir que es un piloto de tormentas, que lo han llamado para salvar a una nave que estaba a punto de hundirse, que todo esto lleva tiempo…
El caso de Mourinho es diferente porque las explicaciones que ahora dan los expertos nos hubieran parecido descabelladas hace poco más de un mes.
Resulta que íconos de solidez física y mental, como Branislav Ivanovic y John Terry, ya no dan la talla; que Cesc Fábregas desilusiona; que Pedro no puede sacar todas las castañas del fuego; que los refuerzos (John Stones, el zaguero del Everton, tal vez Pogba) no llegan… en fin, que en cuatro partidos se han perdido ocho puntos, algo inusitado en la carrera de Mou.
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El sábado fue calamitoso: el Chelsea cayó en Stamford Bridge 1-2 ante el Crystal Palace de Alan Pardew. Lo único positivo de la jornada, para el equipo local, fue el primer gol de Radamel Falcao, un cabezazo que hizo recordar su codicia goleadora cuando estaba en el Atlético de Madrid.
El colombiano Radamel Falcao anotó su primer gol con la camiseta del Chelsea, pero no fue suficiente para evitar la derrota frente al Crystal Palace.
Y el caso de Manuel Pellegrini… ¿Recuerdan cuando se lo daba por muerto, cuando su equipo jugaba un partido bien, otro mal y el tercero horroroso? ¿Cuándo decían que su función era calentar el asiento para Pep Guardiola?
Pues resulta que le han extendido el contrato y que todos coinciden en aplaudir el juego del City, con Yaya Toure rejuvenecido, David Silva en tono superlativo, Sergio Agüero filoso como un puñal, Vincent Kompany recuperado, Raheem Sterling integrado. Sólo citamos juicios de expertos…
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Y encima ahora llega, por el equivalente de US$85m, Kevin de Bruyne, el mediocampista belga del Wolfsburg, la gran revelación de la Bundesliga, que Mourinho vendió por US$25m hace 18 meses, diciendo que no tenía suficiente disciplina para luchar por su puesto.
En su momento los expertos dijeron que eso demostraba el olfato y sensatez del técnico: ahora, tras la consagración del belga, sospechan otra cosa.
De modo que todo es color de rosa, por ahora, para Pellegrini. Por ahora, insistimos, ustedes ya saben que en fútbol…
El chileno Manuel Pellegrini sonríe por el buen andar de su equipo (y el malo de los otros).
Cuando el chileno se retiraba del recinto de las conferencias de prensa en el estadio Etihad, tras la victoria 2-0 ante el Watford (goles de Sterling y Fernandinho), alguien le comentó que parecía muy feliz.
«Muy feliz para un muerto en vida», contestó con apenas un toque de ironía.
Manuel Pellegrini tiene mucha experiencia para dejarse engañar: sabe que la felicidad, si es que existe, sólo dura hasta el primer disgusto, tal vez mañana.
