Día Mundial contra la Trata de Personas

Mensaje del Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro

En este Día Mundial contra la Trata de Personas, mi corazón está con las víctimas y sobrevivientes de este crimen. Nadie tiene derecho a explotar a nadie por ningún motivo; especialmente, en periodos como la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, en el que la población mundial se encuentra en un estado de mayor vulnerabilidad.

Los Estados miembros de la OEA, durante la VI Reunión de Autoridades Nacionales en Materia de Trata de Personas, aprobaron una serie de recomendaciones bajo el título “Desafíos en la lucha contra la trata en tiempos de pandemia” y recordaron que los países de origen, tránsito y destino de la Las víctimas de la trata de personas deben continuar trabajando en el desarrollo de políticas públicas, programas de prevención, identificación, asistencia, protección, recuperación, repatriación voluntaria y reintegración, de manera coordinada y con un enfoque integral y multidisciplinario, enfocado en las víctimas y sensible a la efectos del trauma, teniendo en cuenta el género, la diversidad sexual, la edad, la discapacidad, el idioma y la cultura, sin descuidar la seguridad de las víctimas sobrevivientes, y respetando sus derechos humanos.

En cuanto a la persecución a las organizaciones criminales dedicadas a la trata de personas, se insta a los países a fortalecer los contactos operativos para el intercambio expedito de información y, en la medida de lo posible, inteligencia que permita la comunicación directa y oportuna entre los Estados miembros para contribuir a la investigación del delito. de la trata de personas, así como identificar su modus operandi.

Las recomendaciones también abogan por la adopción de políticas y medidas que incluyan el uso de dinero y fondos confiscados a las redes de trata para fortalecer las capacidades de las instituciones que trabajan en la trata de personas y el sector de la justicia y que promuevan la investigación financiera paralela de los flujos monetarios o financieros ilícitos derivados de el delito de trata de personas, con miras a rastrear, congelar y decomisar el producto adquirido a través de este delito.

Tengo la esperanza de que estas recomendaciones, que resuenan en todo el continente americano, se puedan transformar en actos concretos, para que más personas puedan ser protegidas y que la impunidad por el delito de trata de personas deje de ser una realidad.

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