Día Mundial de los Refugiados 2025: Un llamado a la compasión, la acogida y el testimonio

Foto: debangasudan.org

WASHINGTON 20 de junio de 2025 – “La solidaridad con los refugiados y migrantes no es opcional; es un testimonio vivo del Evangelio”, dijo el obispo Mark J. Seitz. En el Día Mundial del Refugiado (20 de junio), la Iglesia Católica se solidariza con los refugiados de todo el mundo para reconocer y honrar la valentía, la resiliencia y la dignidad de quienes se vieron obligados a huir de sus hogares.

Como presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, el obispo Seitz reafirmó el compromiso de los fieles católicos de caminar con compasión y esperanza:

En su camino, los refugiados encarnan la esperanza que estamos llamados a compartir como cristianos. Al acogerlos, reflexionamos sobre nuestra propia peregrinación hacia el hogar eterno que se nos ha prometido. Su resiliencia y fe nos impulsan a servir a los demás con mayor profundidad y a construir un mundo donde cada persona sea tratada con dignidad y pueda vivir en paz y libertad. Junto con las personas de fe y buena voluntad, reconocemos el profundo testimonio de las personas y comunidades que abren sus corazones y hogares a quienes buscan seguridad, acogiendo al extranjero, sanando heridas y restaurando la esperanza.

Los obispos de Estados Unidos mantenemos nuestra firme petición de protección constante para los refugiados ante el trato desigual que reciben de nuestro gobierno. La Iglesia reconoce el derecho de cada país a controlar sus fronteras, al tiempo que afirma el derecho a buscar refugio cuando circunstancias que amenazan la vida niegan a las personas el derecho primordial de permanecer en su patria. Como afirmó nuestro Santo Padre, el Papa León XIV, la tentación de encerrarnos en nosotros mismos, de aislarnos de las necesidades de nuestros hermanos y hermanas en todo el mundo, es incompatible con una visión cristiana del bien común. Debemos recordar la exhortación de Cristo en el Evangelio de Lucas: a quien mucho se le da, mucho se le exige.

En su homilía de Pentecostés , el Papa León XIV reiteró que el amor cristiano trasciende las fronteras, cuando declaró: “ Donde hay amor, no hay espacio para los prejuicios, para las zonas de ‘ seguridad ‘ que nos separan del prójimo, para la mentalidad excluyente que, trágicamente, ahora vemos surgir también en los nacionalismos políticos ” .

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