El espectacular gol desde 60 metros de Adam y los cinco de Ronaldo

Por Raúl Fain Binda
 

Esta es una crónica de goles, que atañen al corazón, y de dinero, que toca otras cosas.

Por eso permítanme comenzar con citas de dos de los irlandeses (o anglo-irlandeses) más ingeniosos de la historia. Cada uno con una ética diferente.

Dijo Jonathan Swift: «Un hombre sabio debe tener el dinero en su mente, pero no en su corazón.»

Y Oscar Wilde: «De joven creía que el dinero era lo más importante; ahora que soy viejo lo sé.»

Vamos entonces a la realidad actual.

 

Cristiano Ronaldo es un jugador descomunal, pero el gran mérito de sus cinco goles en el 9-1 del Real Madrid ante un pobre Granada, desbordado y rezando por el silbato, fue la cantidad antes que la calidad. Hasta se podría decir que fueron goles ordinarios… para él, que es un monstruo.

Estamos ante un fenómeno que, con nueve fechas todavía disponibles, ya lleva 36 goles: el Diario As calcula una progresión, a este ritmo de 1,24 conversiones por partido, que le llevaría a marcar 47 goles, tres menos que el récord de 50 alcanzado por Lionel Messi en la temporada 2011/12.

Pero si buscamos goles de gran calidad, esta vez los encontraremos en la Premier League.

¡Qué festín, señores!

El plato principal, por supuesto, fue el zapatazo desde 60 metros de Charlie Adam en el partido que su equipo, el Stoke City, perdió 1-2 ante el Chelsea FC.

El portero, Thibaut Courtois, que mide 2m, alcanzó a tocar la pelota pero la calidad del envío fue tal que se coló por debajo del larguero.

 

Otros goles históricos de larga distancia en el campeonato inglés:

• Xabi Alonso, Liverpool 2-0 Newcastle, 64m, setiembre/2006.
• Maynor Figueroa, Wigan 2-2 Stoke, 55m, diciembre/2009.
• David Beckham, Manchester United 3-0 Wimbledon, 52m, agosto/1996. El primer gol de ese partido fue convertido por un tal Eric Cantona… ¿les suena?

Los otros goles destacados de este fin de semana, ordenados según la votación de televidentes y usuarios (el de Adam tuvo 42,2%) en el sitio de BBC Sports.

 

• La volea de Jermain Defoe en el Sunderland 1-0 Newcastle (16,3%).
• El gol de sobrepique de Wayne Rooney, en el Man United 3-1 Aston Villa: con la derecha, tras controlar la pelota con la izquierda, de espaldas al arco, y dar una media vuelta (15,1%).
• Bobby Zamora en el West Brom 1-4 Queens Park Rangers (13,3%).
• Alexis Sánchez en el Arsenal 4-1 Liverpool (11,4%).
• Bafetimbi Gomis en el Swansea City 3-1 Hull City (1,7%). Fue un golazo: la baja puntuación se debe a que el Swansea no tiene muchos seguidores.

Y también, además del gol de Sánchez, están los otros tres del Arsenal en una jornada feliz para los Gunners, convertidos por Héctor Bellerin (un catalán de 20 años), Özil y Giroud.

Todos estos goles pueden verse en internet; no se los pierdan. (Sospecho que no debería hacer esta invitación, pero veamos si mi editor la permite.)

Sube y baja

La superioridad actual del Arsenal sobre el Liverpool (los Gunners han ganado los últimos siete partidos en la Premier, mientras que los Reds han perdido los últimos dos) se refleja ahora en las posiciones: Arsenal en segundo lugar, Liverpool 5º y expuesto a los embates del Tottenham.

 

Y el partido en el Emirates también estuvo marcado por la disputa sobre el futuro de Raheem Sterling, cuyo contrato vence en 2016 y cuyo agente estaría exigiendo entre £150.000 y £180.000 por semana para renovar el contrato (entre US$220.000 y US$270.000).

En Liverpool se mesan los cabellos (versión antigua de «tirarse de los pelos», que conviene a un reducto tradicional como Anfield) ante esta infidelidad de un jovencito que «nos debe su carrera».

Para los antiguos, el corazón era la habitación del alma, el asiento de las emociones, el pensamiento y el albedrío. Pasaron muchísimos siglos antes de que descubriéramos que el raciocinio se origina en el cerebro, aunque nos han bastado un par de minutos para advertir que el órgano central, la fuente de los anhelos y la voluntad, es el bolsillo.

En el fútbol, una actividad que combina la realidad con la fantasía, coexisten las dos creencias. Así, Brendan Rodgers, entrenador del Liverpool FC, cree que Raheem Sterling, su brillante y versátil «descubrimiento», debe renovar su contrato con el club, pero el chico tiene otras ideas.

¿De Liverpool?

Sterling tiene y no tiene razones para ser fiel al Liverpool FC.

Es cierto que su actual equipo le dio la oportunidad de asomarse al escaparate del fútbol grande, pero también lo es que, a diferencia de jugadores fidelísimos como Steven Gerrard y Jamie Carragher, nacidos y criados en los alrededores de Liverpool, Sterling es un chico nacido hace 20 años en Jamaica y formado en la academia del Queens Park Rangers, un club de Londres.

De modo que a nadie debería extrañar que Sterling tenga el sueño de continuar su carrera en un lugar donde luzca más su indudable talento y, por supuesto, le paguen más por sus servicios. El Arsenal, por ejemplo, que supuestamente estaría interesado y sería el destinatario real de una entrevista que Raheem concedió a la BBC, en la que hizo saber que ese interés le «halagaba».

Conviene aclarar que, en el lamentable partido del Liverpool en Londres del sábado, Sterling fue el más destacado: tuvo buenos momentos y forzó el penal que significó el único gol de los suyos.

El contrato de Sterling vence dentro de dos años y el club le ha propuesto extenderlo a cinco, con un aumento substancial de su salario, de £35.000 (US$50.000) a £100.000 (US$150.000) semanales.

Pero los devaneos de Sterling y/o su agente no importan tanto como la llamativa vulnerabilidad del Liverpool en uno de los planos más delicados de la conducción de un club ambicioso: su capacidad para atraer y retener jugadores de primera categoría.

Fuente: BBC Mundo