Foto: cortesía Democracy Now!
Las tropas se encuentran desplegadas esta capital para la investidura presidencial de Joe Biden.
El FBI afirma que está investigando a los 25.000 tropas de la Guardia Nacional desplegadas en la ciudad de Washington D. C. para la investidura presidencial de Joe Biden por temor a un ataque interno por parte de soldados partidarios del presidente Trump y por la insurrección que el mandatario incitó el 6 de enero. El FBI también advierte que los insurrectos armados podrían llevar uniformes de la Guardia Nacional para lanzar ataques.
Las advertencias se produjeron en medio de una imposición de restricciones de seguridad sin precedentes en la ciudad de Washington D. C. La Guardia Costera de Estados Unidos ha cerrado los ríos Potomac y Anacostia; y hay soldados fuertemente armados patrullando un estricto perímetro de seguridad alrededor del Capitolio. La Explanada Nacional estará cerrada al público durante la investidura presidencial del miércoles. En lugar de las multitudes habituales, se pueden observar casi 200.000 banderas estadounidenses que funcionarios colocaron en la explanada.
Arrestan a más supremacistas blancos y líderes de grupos paramilitares de extrema derecha
El FBI declaró que se está concentrando en los grupos paramilitares de extrema derecha mientras continúa arrestando a los líderes de la insurrección del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos.
En el estado de Texas, fiscales federales sostienen que el alborotador Guy Reffitt amenazó con asesinar a su esposa e hijos si lo entregaban a las autoridades y que, presuntamente, le dijo a su familia que “los traidores morirán a balazos”. Reffitt es miembro de un grupo paramilitar de extrema derecha conocido como Three Percenters.
Los agentes federales también arrestaron a Bryan Betancur, un hombre que se autoproclama como supremacista blanco y que llevaba una tobillera con GPS como requisito para su libertad condicional por un cargo de robo. Betancur fue fotografiado en los disturbios del 6 de enero posando con una bandera de batalla confederada.
El lunes, el FBI arrestó a Riley June Williams, del estado de Pensilvania, y la acusó de haberse robado una computadora portátil de la oficina de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi. Una denuncia del FBI acusa a Williams de intentar enviar la computadora portátil al Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia.