El “New York Times” sobre Cuba

Foto archivo.
Foto archivo.

Por Niko Schvarz 

Propuesta positiva

El influyente rotativo “The New York Times” se ha pronunciado en este último tiempo en una serie de editoriales en favor de la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. El último de ellos, de comienzos del mes y titulado “Un canje de presos con Cuba” aboga directamente por el canje de Alan Gross, un espía estadounidense detenido en la isla en 2009, por los tres militantes antiterroristas cubanos que siguen detenidos en Estados Unidos desde el año 1998.

El editorial se inicia con el siguiente párrafo: “Hace casi cinco años, las autoridades en Cuba detuvieron a Alan Gross, un subcontratista estadounidense que estaba trabajando en un sigiloso proyecto (…). Aunque un creciente número de líderes en Washington y La Habana parecen estar ansiosos por comenzar a normalizar la relación entre los países, el caso de Gross se ha convertido en el principal obstáculo para lograr un avance diplomático. Solo hay una manera viable de retirar a Gross de una ecuación suficientemente compleja. La administración Obama debe canjearla por tres espías cubanos (así denomina a los militantes antiterroristas, NS) que llevan más de 16 años tras las rejas en Estados Unidos”.

Más adelante recuerda que “Gross viajó a La Habana cinco veces en 2009, bajo la dirección de Development Alternatives Inc., que tenía un contrato con la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID). Fingiendo ser turista, transportó furtivamente equipos de comunicación (…). El gobierno cubano condenó a Gross en 2011 a 15 años de prisión por actos que atentan contra la integridad del Estado”. En la situación actual, el periódico señala que funcionarios norteamericanos han concluido que para lograr la libertad de Gross es necesario repatriar a los tres cubanos presos en Estados Unidos, que fueron condenados en un juzgado federal en Miami en el año 2001. “Para efectuar un canje –expresa luego- el Presidente Obama tendría que suspender el resto de las condenas”. Y extrae la conclusión fundamental: “Esa acción sería justificable si se tiene en consideración el largo período que han estado presos, las críticas válidas que han surgido respecto a la integridad del proceso judicial que enfrentaron y los posibles beneficios que un canje podría representar para lograr un acercamiento bilateral”.

Se detiene en particular en la situación de Gerardo Hernández, condenado a cadena perpetua, en tanto de sus cuatro compañeros, “dos han regresado a Cuba y los otros dos van a ser liberados relativamente pronto”. Un extenso párrafo expone las irregularidades múltiples del proceso judicial, señaladas por un panel de Naciones Unidas que evalúa detenciones arbitrarias y por Amnistía Internacional. Señala que “un canje podría abrir el camino para reanudar lazos diplomáticos”. Agrega que el gobierno está obligado a actuar por la liberación de Gross, dado que “su arresto se llevó a cabo como consecuencia de una estrategia irresponsable, mediante la cual la agencia de ayuda internacional estadounidense ha enviado a contratistas privados para llevar a cabo misiones secretas”.

Dice por último que la salud de Gross se ha deteriorado, que amenazó con quitarse la vida y que “si Gross muere estando en custodia, la posibilidad de establecer una relación más saludable con Cuba desparecerá por varios años. Obama tiene que reconocer que esto es enteramente evitable, pero hay que actuar pronto”.

En estos términos, el editorial de “The New York Times” constituye una contribución positiva a la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, lo que implica el cese del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por la potencia imperial a la isla caribeña desde hace más de medio siglo. Precisamente, la Asamblea General de la ONU votó el pasado 28 de octubre, por 23ª vez consecutiva desde 1992, una resolución que exige poner fin al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, aprobada por 188 de los 193 países integrantes, con la oposición exclusiva de Estados Unidos e Israel y la abstención de tres islas que son fideicomisos de Estados Unidos. En esa ocasión, el periódico neoyorkino insertó un editorial titulado “En el embargo a Cuba, USA e Israel contra el mundo otra vez”, en que condena la actitud de Estados Unidos, que sobrevivió a 11 gobiernos demócratas y republicanos. En días previos el periódico había publicado dos editoriales sobre la necesidad de eliminar el bloqueo y recomponer la relación bilateral. Es lo que, en otras circunstancias, se reproduce ahora.

Publicado en LA REPÚBLICA, 27 de noviembre 2014, pág. 17

 

(BARÓMETRO INTERNACIONAL)

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos Relacionados