El trancazo

Por Teresa Gurza
A mediados de la década de los años 50 mi mamá era bastante joven, 40, 42 años; pero todos los días cerca de las seis de la tarde le subía la temperatura y le dol ía todo el cuerpo, y a la mañana siguiente estaba bien; y así durante meses.
Consultaron mis papás a varios médicos generales y especialistas que en lo único que coincidieron, fue en que no era paludismo; el cardiólogo dijo que tampoco era el corazón, pero que podría ser una infección en la dentadura, así que sin más le sacaron dientes y muelas pensando que con eso mejoraría; su ginecólogo aventuró que podría ser la matriz y adiós matriz; pero nada, seguía mal pese a consultas médicas, operaciones y medicinas…
Pasábamos entonces, las vacaciones y muchos fines de semana en Acapulco y una tarde de crisis, mi mamá llamó a un joven médico local recién casado con una sobrina de mi papá, que la revisó y a los pocos minutos le dijo, “no te apures tienes una enfermedad tropical que se llama trancazo y yo te voy a curar”.
Y santo remedio; así fue.
Por eso es que me encantó saber que la UNAM y el Hospital General de México, se han unido para crear un Centro de Medicina Tropical, seg ún leo en el bolet í n de vinculaci ó n con los estudiantes.
Ah í , la doctora Ingeborg Becker Fauser de la Unidad de Investigación en Medicina Experimental de la Facultad de Medicina, explicó que en México se padecen dengue, paludismo, mal de Chagas, leishmaniasis y lepra, que según la Organización Mundial de la Salud, son cinco de las seis enfermedades tropicales más importantes.
Y que por eso la UNAM, a través de su Facultad de Medicina y el Hospital General de México Doctor Eduardo Liceaga, acordaron la creación del Centro de Medicina Tropical, única entidad en su tipo en el país.
En este Centro se combinará investigación, docencia y capacitación, nuevos métodos diagnósticos, y atención médica ambulatoria y de hospitalización para pacientes.
Y aunque el convenio de colaboración se firmó recientemente, desde hace cinco años se trabaja en el desarrollo de nuevos métodos diagnósticos más rápidos y específicos, inicialmente con leishmaniasis; y de manera paulatina, con las otras enfermedades.
“En ese periodo hemos realizado diagnósticos y atendido a cerca de 300 pacientes con afecciones tropicales, algunos de los cuales fueron remitidos al área clínica del hospital”, dijo la doctora Becker Fauser, académica de la Unidad de Investigación en Medicina Experimental de la FM.
El Centro estará en el segundo piso del edificio que la Facultad de Medicina tiene dentro del Hospital General; donde se está acondicionando un espacio para incrementar el trabajo diagnóstico con equipo especializado.
La investigadora Becker Fauster tendrá a su cargo la coordinación del área de diagnóstico e investigación, mientras que César Rivera, jefe de Infectología del hospital, estará en la jefatura del área clínica.
Una de las ventajas de que el nuevo Centro esté dentro del Hospital General, radica en que “aquí hacemos investigación básica, pero podemos remitir al hospital a los pacientes ya diagnosticados, para su atención inmediata”.
El Centro contará inicialmente  con apoyo de la Facultad de Medicina, pero la idea es hacerlo autosustentable y lograr financiamiento mediante cursos de capacitación, diplomados y aplicación de diagnósticos especializados.
En nuestro país, la mayor incidencia de las enfermedades tropicales se da sobre todo, en estados del sureste, como Veracruz, Tabasco, Oaxaca, Chiapas, Campeche y Quintana Roo; pero recientemente se ha reportado una importante población con mal de Chagas, en Morelos.
Las moscas, chinches y mosquitos son vectores transmisores de varias de estas enfermedades tropicales, que ya comienzan a presentarse en estados del centro y norte del país.
La doctora Becker Fauster Agregó que estas afecciones no interesan a la industria farmacéutica para producir nuevos medicamentos, porque el mercado no es fuerte.
Pero como en México hay muchas plantas medicinales, se ha pensado que el Centro impulse estudios de fitoterapia para tratamientos complementarios.
Y que a nivel de investigación científica, hay muchas oportunidades para desarrollar trabajos propios; que sirvan también a otros países en vías de desarrollo, en donde se presentan padecimientos tropicales; que siempre están relacionados con zonas geográficamente cálidas y económicamente pobres.

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