Cientos de personas salieron a las calles de la ciudad española de Daimiel para exigir la liberación de un sacerdote católico detenido en El Salvador por supuestos vínculos con grupos criminales del país centroamericano.
El padre Antonio Rodríguez fue acusado de pasar, como contrabando, teléfonos celulares y otros objetos a miembros de bandas criminales en prisión.
Los manifestantes en la ciudad natal del cura dicen que el padre Tono, como le conocen allí, ha dedicado 15 años de su vida a ayudar a miembros de pandillas a alejarse del crimen en El Salvador.
El país centroamericano tiene una de las tasas de homicidio más altas en el mundo, según datos de la Organización de Naciones Unidas.
Fuente: BBC Mundo
