Las protestas siguen mientras el movimiento de los “chalecos amarillos” se extiende a otros países.
En Francia, las protestas de los “chalecos amarillos” continuaron por cuarta semana consecutiva. Alrededor de 130.000 personas tomaron las calles de todo el país este fin desemana, lo que resultó en 1.700 arrestos.
En París, las principales atracciones turísticas, entre ellas el Museo del Louvre y la Torre Eiffel, fueron cerradas en anticipación a las protestas.
Los manifestantes y la policía se enfrentaron nuevamente en la capital y en otras ciudades, en donde la policía disparó balas recubiertas de goma, cañones de agua y gases lacrimógenos contra las multitudes, y algunos manifestantes rompieron ventanas e incendiaron vehículos.
El Gobierno de Francia suspendió el aumento impositivo sobre el combustible, un asunto que constituía la principal causa desencadenante de las protestas, pero los manifestantes exigen reformas económicas adicionales y muchos piden la renuncia del presidente Emmanuel Macron.
Mientras tanto, seviralizó un video que muestra a estudiantes de secundaria franceses arrodillados en fila, con las manos detrás de la cabeza, mientras eran vigilados por oficiales de policía.
Los estudiantes se han estado manifestando contra los planes para reformar el régimen de exámenes. Algunos manifestantes de los “chalecos amarillos” se arrodillaron frente a la policía el sábado en París, en un gesto de solidaridad con los estudiantes.
Las protestas de los “chalecos amarillos” se expandieron a otros países, entre ellos Bélgica, en cuya capital, Bruselas, según informes, unas 400 personas fueron arrestadas este fin de semana en enfrentamientos con las brigadas antidisturbios.
