Graves maltratos a minorías en centros de detención o en su propio hogar

Por Ramón Jiménez

Que un menor inmigrante permanezca en un centro de detención de ICE por más de un año es algo que merece una explicación por parte de las autoridades carcelarias, ya que como ese menor de 17 años quien llegó desde Guatemala, permanece junto a otros 1,800 menores, que no son entregados a sus familiares o tutores, porque aducen que en esos centros se encuentran mejor protegidos, particularmente en medio de la pandemia.

También los derechos de otros presidiarios en cárceles comunes están siendo violentados así como personas que incluso sus derechos más fundamentales han sido violentadas en sus propias residencias y hasta han perdido la vida a manos de quienes supuestamente son sus protectores.
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Gobierno de Trump mantiene a 1.800 menores migrantes detenidos a pesar de la pandemia

En el estado de California, el periódico Los Angeles Times informa que un joven guatemalteco de 17 años de edad ha estado detenido en una cárcel de inmigración durante más de un año.

Se trata del menor que más tiempo ha estado encarcelado de los cerca de 1.800 menores inmigrantes que se encuentran bajo custodia de las autoridades de inmigración de Estados Unidos. Este prolongado período de reclusión infringe el Acuerdo de Flores, que limita el tiempo que los niños migrantes pueden permanecer recluidos en ese tipo de instalaciones.

Según trascendió, el Gobierno de Donald Trump se rehúsa a liberar a los menores y entregarlos a los tutores legales, ni siquiera a familiares, alegando que se encuentran en condiciones más seguras ante la pandemia de COVID-19 bajo custodia federal.

Una reclusa de Nueva Jersey murió de COVID-19 en una celda de aislamiento tras pedir ayuda

Foto: cortesía Democracy Now!

En Estados Unidos, el medio The Intercept informa que una reclusa del Centro Correccional Edna Mahan, en el estado de Nueva Jersey, murió de COVID-19 después de que los funcionarios de la prisión se negaran a dejarla salir de una ducha con llave, a pesar de que rogaba y gritaba que no podía respirar.

Al menos una reclusa fue testigo de su muerte. Tiffany Mofield murió el 29 de abril. Según se reportó, la reclusa estuvo en cuarentena durante dos semanas después de presentar síntomas de COVID-19 y luego fue trasladada a una celda de aislamiento pese a que sus síntomas persistían.

Ella es una de las casi 40 personas que murieron de COVID-19 en las cárceles de Nueva Jersey. Hasta el momento, al menos 340 reclusos han muerto tras contraer la enfermedad en todo el país.

Una mujer negra murió baleada en su hogar por policías

Foto: cortesía Democracy Now!

En el estado de Kentucky, familiares de Breonna Taylor, una aspirante a enfermera de 26 años de edad a quien la policía baleó y mató dentro de su propio apartamento, entablaron una demanda por homicidio culposo contra el Departamento de Policía de Louisville Metro.

En la demanda, se detalla la forma en que la policía le disparó a Taylor en al menos ocho oportunidades tras haber irrumpido en su apartamento, sin previo aviso, con una orden de allanamiento.

El hombre que era buscado por los agentes no vivía en el apartamento de Taylor y presuntamente ya había sido detenido cuando los policías ingresaron al domicilio de Taylor la noche del 13 de marzo. Al momento de su homicidio, Taylor trabajaba como técnica en emergencia médica tratando a pacientes con COVID-19.

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