Guatemala: El mercado laboral es cruel, excluyente y no cumple

El mercado laboral es cruel, exige, demanda, excluye y no cumple, según sea el área de que se trate, quiere mano de obra calificada, excelencia intelectual, amplia experiencia, conocimientos tecnológicos y buenas relaciones públicas, sin embargo los seleccionados no pueden optar a escalas salariales justas o cualquier ambición que acaricien en sus sueños, indicó la periodista Ileana Alamilla.

A decir de Alamilla, en su columna Eclipse “Jóvenes y viejos sin empleo”, en los centros laborales se demanda una alta calificación y se excluye a los que carecen de los requisitos y escoge, entre los cientos de necesitados de trabajar, a los que llenen el perfil.

La columnista dijo que a las personas de la tercera edad, el mercado laboral los lanza a la calle, los arrumba en sus casas, los desecha, la experiencia acumulada no cuenta para nada, peor si son intelectuales, eso no vende, pues no hay pago por pensar, por lo que se les envía a sus casas a descansar y a esperar la muerte.

Alamilla destacó una de las acciones de la Corte de Constitucionalidad (CC) de rechazar las pretensiones del Consejo Superior Universitario (CSU), que había decidido jubilar a las y los profesores de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) a partir de los 65 años.

De acuerdo con la profesional de la comunicación, a estos adultos mayores, que salieron ya del mercado laboral, se les acabó la oportunidad, se tienen que conformar con lo que lograron hacer y si cuentan con la gran suerte de tener jubilación, recibirán unos pocos centavos que por lo menos les servirán para medio pasarla, por supuesto, contando con el apoyo familiar.

Según la columnista, las y los jóvenes que empiezan su vida, que se preparan para su adultez, que quieren acumular experiencias y anhelan un trabajo decente, también son estigmatizados por el mercado, que les marca hasta dónde pueden aspirar y por lo tanto hasta donde podrán ser independientes y garantizarse una vida digna y una posibilidad de ascenso social, adquisición de bienes o formar una familia, por la vía de la legalidad.

El Informe de Desarrollo Humano señala que las condiciones que enfrenta la juventud dependen del estrato socioeconómico y del grupo étnico al que se pertenece.

El documento revela que en el 2011 del grupo de jóvenes entre los 15 y los 24 años, el 53 por ciento está ocupado y de este total sólo el 14 por ciento tiene empleo formal, es decir, la mayoría carece de contrato y de derechos laborales, de ajuste, el trabajo está mal remunerado, no está protegido por el seguro social, es de baja productividad y sobre todo es profundamente inestable.

Alamilla citó el informe, donde se subraya que trabajar significa acceso a recursos que se traducen en satisfacción de necesidades, pero también un mecanismo de inserción, posicionamiento social y realización personal, por lo que la problemática del empleo precario y el desempleo no tienen sólo una dimensión económica, sino también sociológica y de autoestima.

Finalmente, la columnista recordó a los cientos de menores de edad que trabajan en situaciones precarias y que empezaron en su niñez este trayecto hacia la juventud con una baja escolaridad, escasez de empleo o trabajos inestables, lo que da como resultado el ingreso a la economía informal y a la sobreexplotación.

Fuente: CERIGUA/ARGENPRESS.Info

 

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