Por Teresa Gurza
Me pregunto cómo hemos podido llegar al actual momento donde todo colapsa y dominan el malestar, la violencia y la corrupción.
Tal vez sea, porque consentimos una clase política abusona y llena de privilegios; y tan impresentable que ocho de los actuales candidatos a gobernador, eran hasta hace poco miembros del PRI; partido al que sin vergüenza alguna, pretenden ganarle este domingo valiéndose de sus antiguos militantes.
Cuando algo no funciona durante décadas como nos ha pasado, la gente se frustra y enoja; y no entiende que se continuen reptiendo los mismos comportamientos.
Ahí está Felipe Calderón, que sigue asistiendo a actos públicos con trajes que le quedan grandes, pero que ahora denuncia lo que calló siendo presidente pese a que contaba con información privilegiada y poder suficente para haber impedido los “desvíos” que entre otras cosas dice, hizo el gobernador Duarte por tres mil millones de pesos.
Otro ejemplo de irresponsabilidad, es Mancera, al enfrentar la contaminación tan mal que no terminan las contingencias; y sin Buenos cálculos, porque el engomado rojo ha estado cinco veces más fuera de circulación, que otros.
En este momento la novedad defeña radica en que se enjareta a las mujeres la tarea de cuidarse para no ser violadas; lo que deberán hacer, usando unos pitos color de rosa muy monos que se han repartido por cientos de miles; y que tendrán que usar como música de fondo, mientras son violadas.
Y digo mientras, porque las mujeres van generalmente cargadas con bultos o bebés; y entre que sacan el pito de la bolsa, lo soplan y suena, si es que sirve, ya las violaron; a menos que lo traigan siempre colgado por si acaso; y para que al hacer la denuncia, la policía no reclame ¿y porqué no tocó el silbato que le dimos?
Triste que tenga que ser la gente, la que resuelva problemas que son competencia de los gobiernos; y que no han solucionado por falta de capacidad, o de lo que sea.
Se incrementan por eso, los actos de violencia como en el estado de Puebla; donde habitantes de San Matías, hartos de vivir en peligro por la gasolina que delincuentes roban de los ductos de Pemex, los recibieron a balazos.
O en Comitán, donde amigos o miembros de la CNTE que se sienten impunes, tuzaron y humillaron a maestras de la tercera edad que no coinciden con ellos; comportamiento indignante y que no es nuevo.
Cuando era yo corresponsal de La Jornada en Michoacán, hicieron lo mismo con empleados del gobierno estatal y con una periodista de radio; a la que medio encueraron y obligaron a bailar cha cha cha, en sostén y chones, porque no les gustaban sus notas; todo en medio de burlas de los presentes, entre los que estaban dirigentes del PRD.
Frustrante, que familiares de desaparecidos tengan que correr por el país en cuanto se enteran de una nueva fosa para ver si en esa sí, encuentran restos de sus seres queridos; como sucede en Tetelcingo, Morelos, donde han llegado del Estado de México, Nuevo León, Hidalgo y Michoacán.
Frustrante así mismo, la invitación del presidente Peña a estudiantes universitarios para inscribirse en el IMSS; a lo mejor lo hace, porque no sabe que por exceso de derecho-habientes, la atención es ya malísima.
Y anunció que se ampliará el Seguro Popular, casi al mismo tiempo que se informó que “como producto de los recortes al gasto público y la política de austeridad, se ajustará el presupuesto y la plantilla de medicos del SP”
¿Entonces?
Y no es este, el único servicio de salud ajustado; porque el Seguro Médico Siglo XXI, destinado a la atención de la salud de niños de cero a cinco años, tendrá este año 700 millones de pesos, menos.
¿Será por los recortes, que el IMSS decidió entregar su centro vacacional de Oaxtepec, que muchas veces fue la única posibilidad de descanso de millones de mexicanos, a la empresa Six Flags?
Triste y patético que así sea, dice mi primo Benjamín Orvañanos; quien dedicó muchos años de su vida a aliviar enfermos que acudían al IMSS y sabe de sus pesares.
Pero los privatizadores solo van por ganancias inmediatas; y sin advertir sus diarias incongruencias, siguen presumiendo lo que no hacen.
¿Andarán buscando quitar la atención sobre la impunidad de que gozan muchos funcionarios enriquecidos en los puestos públicos, con lo que es de todos?
De impunidad, sobran ejemplos.