Informe revela efectos adversos de las vacunas contra el Covid-19

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Por Claudio Álvarez-Dunn *

Bogotá, Colombia, 1 de abril de 2025.- Tras cinco años de debate sobre el coronavirus, lo único cierto es que el SARS-CoV-2 ha sido causa de múltiples hospitalizaciones por distrés respiratorio, neumonía, falla multiorgánica y fallecimientos en todo el mundo.

El laboratorio BioNTech/Pfizer fue el primero en conseguir aprobación de la Food and Drug Administration (FDA) para la aplicación a gran escala de su prototipo de vacuna, comenzando la aplicación a nivel mundial en 2020.

Sin embargo, a pesar de que existen pocos estudios sobre los efectos adversos tras la aplicación de dicha vacuna, numerosos miembros de la academia se niegan reconocerlos pues ello implicaría que fueron engañados con la publicación de varios “papers”. Una investigación de la Universidad de Georgetown reveló que los artículos científicos publicados en cuatro respetadas revistas que apoyaban las vacunas experimentales del ARNm recibieron pagos de fabricantes de drogas y dispositivos médicos por un total de $106.000 millones de dólares ($106 billions) entre 2020 y 2022.

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El año pasado The New York Times publicó que “todas las vacunas conllevan algún riesgo de efectos secundarios. Más de 270 millones de estadounidenses recibieron alrededor de 677 millones de dosis de las vacunas contra el Covid, e incluso los efectos secundarios más raros podrían significar que miles de receptores se vieron afectados. De hecho, más de 13.000 personas han presentado reclamos a un fondo gubernamental que indemniza a las personas por lesiones causadas por la vacuna contra el Covid. Sin embargo, hasta ahora solo se ha indemnizado a una decena de personas, casi todas ellas por un problema cardíaco causado por las vacunas”.

El periódico concluyó que demostrar que la vacunación provocó una enfermedad es complicado y que “algunos efectos secundarios causados por las vacunas contra el Covid pueden ser igualmente raros. Investigadores de Hong Kong analizaron los registros sanitarios de ese país y descubrieron que aproximadamente siete de cada millón de dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech desencadenaron un ataque de herpes zóster lo bastante grave como para requerir hospitalización. Otros efectos secundarios son ligeramente más frecuentes”. Finalmente, el diario reconoce que las vacunas contra el Covid pueden provocar miocarditis, o inflamación del corazón, en uno de cada 10.000 adolescentes varones.

Sin embargo, recientemente se publicó un estudio multinacional de la Red Mundial de Datos sobre Vacunas (GVDN) realizado en 10 centros médicos de ocho países en los cuales se investigó a 99 millones de personas vacunadas, donde se revelan los efectos adversos de las inoculaciones contra el Covid-19.

El análisis multinacional del Proyecto Global de Seguridad de las Vacunas contra el Covid-19 (GCoVS), confirmó un alarmante aumento en enfermedades como la  miocarditis, la pericarditis, el síndrome de Guillain-Barré y la trombosis de los senos venosos cerebrales entre los vacunados.

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En resumen, los efectos adversos de cada vacunas contra el Covid-19 serían los siguientes:

AstraZeneca: Síndrome de Guillain-Barré (GBS); 2.5 veces más riesgo tras la primera dosis. Trombosis del seno venoso cerebral (CVST) 3.2 veces más riesgo tras la primera dosis. Trombocitopenia: leve incremento tras la primera dosis. Mayor riesgo tras la tercera dosis. Embolia pulmonar: leve aumento tras la primera dosis. Pericarditis: Incremento significativo tras la tercera dosis.

Moderna (mRNA-1273): Miocarditis: 3.5 veces más riesgo tras la primera dosis. Hasta 6 veces más tras la segunda dosis. Pericarditis: 1.7 veces más riesgo tras la primera dosis. Incremento leve tras la cuarta dosis. Encefalomielitis diseminada aguda (ADEM) 3.8 veces más riesgo tras la primera dosis. Convulsiones febriles:
incremento tras la primera y segunda dosis. Trombocitopenia: incremento leve tras la primera dosis

Pfizer (BNT162b2): Miocarditis: incremento leve tras las primeras dosis; riesgo más bajo comparado con Moderna. Pericarditis: incremento tras varias dosis. Parálisis facial (Bell’s Palsy): leve aumento tras la primera dosis. Trombocitopenia: incremento leve tras la primera dosis

Aunque el estudio no especifica directamente reacciones alérgicas en detalle, las reacciones alérgicas graves (como la anafilaxia) están ampliamente documentadas en relación con las vacunas Covid-19, especialmente RNAm de Pfizer y Moderna. Estas suelen ocurrir dentro de los primeros minutos a horas después de la vacunación y son considerados eventos raros.

Las vacunas contra el Covid están basadas en el ARN mensajero, que tiene la información genética que se necesita para elaborar las proteínas y lleva esta información desde el ADN en el núcleo de la célula al citoplasma donde se elaboran las proteínas.

Muchos detractores de las vacunas siguen cuestionando porqué la vacuna experimental contra el Covid-19 contiene componentes como la proteína Spike que causaría modificaciones del ADN y tiene una inserción en el organismo de nanotecnología y óxido de grafeno reducido que, de hecho, penetra en el cerebro, llega al corazón y a la médula oblongada (bulbo raquídeo), afectando al sistema inmunológico, causando coágulos sanguíneos y potencialmente puede desarrollar cáncer en quien la recibe.

En octubre del año pasado, la mayoría de los concejales de la ciudad de Port Hedland, en el noroeste de Australia, votaron a favor de una moción que exigía la suspensión inmediata de las vacunas de ARNm contra el Covid-19. La moción del consejo se centró en un estudio realizado en Canadá en 2023 que encontró «altos niveles de ADN plasmídico residual presente en la vacuna de ARNm modificada contra el Covid-19 en las vacunas de Pfizer y Moderna».

Mientras esto sucede, muchos se preguntan porqué le continúan dando vacunas contra el Covid a niños desde los seis meses, lo que afectaría hasta sus células madre. Otros reclaman que este famoso virus no fue más que la gripe estacional de cada año y que ante la aparición de esta nueva «enfermedad mortal» desapareció la gripe, cuando muchos de los síntomas fueron similares.

Otro grupo pide investigar cuántos inoculados contra la gripe murieron por esta supuesta nueva enfermedad versus la cantidad de muertes previas a los años anteriores a 2020, lo que demostraría que las cantidades de víctimas mortales fueron prácticamente idénticas y todo se debió a una manipulación estadística para declarar la supuesta pandemia.

Tampoco hay explicación para el fondo monetario destinado a los hospitales, que recibieron estipendios económicos para poner la etiqueta de “muerto por Covid” en todos los fallecidos a cambio de sumas millonarias, ni del por qué de los protocolos donde los pacientes morían al día 9 de internación y no se les podía hacer una autopsia.

Para algunos académicos todo lo anterior es una teoría de conspiración de la que es parte el flamante secretario de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., Robert Kennedy Jr. quien ha denunciado que la campaña del Covid-19 ha sido una máquina de hacer dinero para Bill Gates y el Dr. Anthony Fauci, exasesor médico del expresidente Joe Biden, quienes realizaron simulaciones de una pandemia viral desde 2001.

Según Kennedy Jr. las donaciones de Bill Gates a la Organización Mundial de la Salud (OMS) le permitieron deducir impuestos de sus millonarias corporaciones al tiempo que ganó posiciones de poder dentro de ese organismo y así controla cada ministerio de Salud de la mayoría de los países de África a través de su Fundación para probar sus vacunas y generar mucho dinero detrás de esta supuesta filantropía.

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Para sumar más ebullición a esta controversia, la semana pasada renunció Peter Marks, el máximo responsable de vacunas de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). El funcionario, director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica de la FDA, hizo referencia al reciente brote de sarampión en Estados Unidos, donde entre el 1 de enero y el pasado 20 de marzo se reportaron un total de 378 casos.

La referencia es a un brote de sarampión que fue exageradamente publicitado en los principales medios de EE.UU. tras la confirmación de Kennedy Jr. como secretario de Salud, sembrando una ola de pánico e impulsando el miedo en la sociedad estadounidense. Para algunos observadores, esta fue la respuesta de las grandes farmacéuticas al nombramiento de Kennedy Jr., pero nadie en los medios parece cuestionar por qué el sarampión, que hasta hace poco se consideraba una enfermedad infantil leve, ahora se ha convertido en una gran industria que depende de vacunas multimillonarias.

Para la mayoría de los medios de comunicación del establishment norteamericano los estudios independientes sobre los efectos secundarios de las vacunas contra el Covid.19 no han sido lo suficientemente amplios como para detectar acontecimientos raros.

Para cerrar el caso, un grupo de expertos convocado por las Academias Nacionales concluyó en abril del año pasado que no había datos suficientes para aceptar o rechazar una relación de enfermedades o muertes con la vacuna contra el Covid, algo similar a lo realizado por la Comisión Nacional Investigadora tras el atentado del 11 de septiembre de 2001.

* El autor es un periodista independiente radicado en Colombia

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