Un hombre de 57 años de edad proveniente de El Salvador fue la primera persona que murió de COVID-19 bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
Carlos Ernesto Escobar Mejía llegó desde El Salvador junto a su familia en la década de 1980, durante la guerra civil respaldada por Estados Unidos en su país. Era el menor de cinco hermanos y el único que no logró obtener la residencia permanente. Escobar Mejía se encontraba detenido desde enero en el centro de detención privado de Otay Mesa, ubicado cerca de San Diego, California.
“Estaba muy enfermo y se quejaba continuamente. No salía de su habitación. Y lo único que hacían cuando se quejaba era llevarlo al servicio médico de guardia, y lo único que le daban eran analgésicos o medicamentos para el resfrío. Acá no les importa. No les importamos como seres humanos. Ni siquiera nos consideran seres humanos. Como somos inmigrantes, esta gente nos considera menos que humanos”, expresó Oscar Nevarez Díaz, quien se encuentra recluido en Otay, Mesa.
“No les importamos en lo absoluto. Huimos de nuestro país de origen porque temíamos por nuestra vida. Vinimos aquí creyendo que era un lugar seguro, y ahora nos ponen en esta situación, en la que nuestras vidas corren aún más riesgo del que corrían en nuestro país”, apuntó.
Fuente: Democracy Now!
