Jornada de repudio internacional contra la reelección de Nayib Bukele

Mario Gómez, activista comunitario y víctima del régimen Bukele. Foto: Ramón Jiménez

Por Ramón Jiménez

Decenas de salvadoreños y nacionales de otros países latinoamericanos y estadounidenses se apostaron este sábado 1 de junio a un costado de la entrada principal al edificio donde funciona la embajada de El Salvador ante la Casa Blanca, como parte de una jornada de repudio internacional contra lo que consideran una “dictadura” del clan Bukele.

Horas antes de la protesta en Washington, D.C., Nayib Bukele fue juramentado por el presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, como presidente de la república, ceremonia a la que asistieron no solamente el rey de España, Felipe VI y otras delegaciones, incluyendo la de Estados Unidos, si no también presidentes que representan la derecha latinoamericana como los de Argentina, Ecuador, Paraguay y Costa Rica.

Aunque fueron invitados unos 140 países, solamente se presentaron alrededor de una docena de delegaciones. De los países centroamericanos se notó la ausencia del presidente Bernardo Arévalo, de Guatemala. Tampoco asistió el presidente de Panamá, no así la presidenta de Honduras Xiomara Castro, quien llegó un día antes de la juramentación.

El joven abogado Douglas Chicas participa. Foto: Ramón Jiménez.

Los manifestantes se lamentaron del retroceso democrático que está sufriendo ese país centroamericano y entonaron algunos cánticos como ¡a más represión más lucha!, ¡justicia para las víctimas del régimen!, ¡libertad para los presos políticos!, ¡dictadura nunca más!

“A partir de hoy, 1ro. de junio de 2024 el pueblo salvadoreño enfrenta un gobierno de facto, encabezado por Nayib Bukele, cuya instalación representa un golpe a la institucionalidad democrática del país, con el propósito de beneficiar a su clan familiar y empresarial en alianza con las fuerzas oligárquicas del país e imperialistas”, manifestaron a través de un comunicado que leyeron durante el evento de dos horas de duración.

“Desde Washington, D.C. nos unimos a los grupos del movimiento social en El Salvador como el Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular, que han llamado a la movilización para manifestar que rechazamos y no reconocemos a este gobierno, ya que es el resultado de elecciones inconstitucionales e ilegítimas”, enfatizaron.

También denunciaron todo el engaño, la corrupción, la persecución política y la violación a los derechos humanos que caracterizan al régimen de Nayib Bukele, que golpea con mayor dureza a comunidades empobrecidas y marginadas.

Los manifestantes aprovecharon para denunciar los arrestos este jueves y viernes de varios excombatientes del FMLN, entre los que se cuenta a José Santos Melara y Atilio Montalvo, quien fue uno de los firmantes de los Acuerdos de Paz, que pusieron fin al conflicto armado de doce años.

Señalaron que las capturas fueron el resultado de acusaciones falsas sobre su participación en las actividades de repudio a la dictadura que se instaló hoy día.

«Nos solidarizamos con estos compañeros, quienes a través de su participación en la Alianza Nacional El Salvador en Paz, han denunciado constantemente las violaciones del régimen de Nayib Bukele. Exigimos su libertad inmediata y que se les respete el derecho a la salud, ya que algunos de ellos sufren enfermedades crónicas. Vemos esto como un tema de grave urgencia dado que el régimen de Bukele no garantiza el derecho a la salud de las personas encarceladas”, agregaron.

Enfatizaron que los arrestos arbitrarios bajo el Régimen de Excepción, vigente desde marzo del 2022, se centra en los jóvenes de zonas rurales y urbanas de escasos recursos económicos y contra líderes de comunidades que se organizan para defender sus derechos.

Entre otras cosas denunciaron que el gobierno de Estados Unidos está brindando apoyo a la dictadura represiva de Nayib Bukele.

“A pesar de sus propias declaraciones de preocupación por la crisis democrática y de derechos humanos, la administración Biden ha continuado sus acercamientos políticos y diplomáticos al régimen de Bukele, incluyendo a través de donaciones de equipamiento militar. En otro gesto de apoyo político, mandó una delegación diplomática encabezada por el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, a la toma de posesión este 1 de junio”, dijeron.

Consuelo Gómez una de las madres afectadas por el régimen y miembro de la organización MOVIR. Foto Ramón Jiménez.

Como colectivos de la diáspora salvadoreña se comprometieron a seguir luchando al lado del pueblo y el movimiento social salvadoreño, por rescatar al país y a la democracia por la que generaciones de salvadoreños sacrificaron hasta sus vidas.

También se comprometieron a continuar con su exigencia hacia el gobierno estadounidense, para que cese su complicidad con la dictadura Bukele.

Además, hacen un llamado a las y los salvadoreños en el exterior y a sus aliados que se unan a su lucha.

“Confiamos que así como los que nos antecedieron fueron capaces de resistir, avanzar y vencer contra las dictaduras de nuestro pasado, el pueblo salvadoreño saldrá nuevamente victorioso para construir el país justo y equitativo que garantice a cada salvadoreño esa vida digna que merecemos y por la que seguiremos luchando”, apuntaron.

 

 

 

 

 

 

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