En una decisión que constituye un duro golpe para los derechos de los trabajadores estadounidenses, la Corte Suprema dictaminó el lunes, en una votación de 5 contra 4, que los empleadores pueden usar cláusulas de arbitraje para prohibirles a los trabajadores que se unan en demandas colectivas contra violaciones de las leyes laborales federales.
Esta decisión podría afectar a unos 25 millones de contratos laborales. En su alegato, en el que expresó su desacuerdo con la medida, la magistrada Ruth Bader Ginsburg calificó la decisión de la mayoría de “terriblemente equivocada” y afirmó que conducirá a un “enorme incumplimiento de los estatutos federales y estatales que han sido diseñados para mejorar el bienestar de los trabajadores vulnerables”.
El magistrado Neil Gorsuch tomó posición junto con los cuatro jueces conservadores de la Corte Suprema, lo que posibilitó que lograran la mayoría de 5 contra 4.