La vida es sueño

Cómo-tratar-el-insomnio-2

Por Teresa Gurza

Junto con la depresión, a la que muchas veces va ligado, el insomnio es actualmente uno de los principales problemas públicos de salud, porque afecta al 45 por ciento de la población mundial.

Tan necesario es el sueño, que no dormir es fuente de muchísimas enfermedades y hasta del aumento de peso, porque si no se duerme por lo menos ocho horas diarias, se engorda.

No padezco insomnio, pero sé del calvario de quienes lo sufren; de sus luchas noche tras noche por quedarse dormidos y de cómo influye en sus actividades.

Por la gravedad y extensión del problema, la Asociación Mundial de Medicina del Sueño decretó este 18 de marzo como Día del Sueño con el lema, “dormir bien, es un sueño posible”.

Las causas de insomnio más comunes, son el estrés en la vida diaria, problemas médicos, familiares, o económicos; carencia de espacios adecuados para dormir, tener que compartir la habitación y en muchísimos casos hasta la cama; ruidos, promiscuidad,  incomodidad y estrechez de los cuartos en los que tiene que vivir la mayoría.

Situaciones todas estas, que llevan a que el intentar dormir se convierta en la pesadilla de cada noche; de la que poco sabemos quienes hemos vivido en condiciones confortables.

Siempre que leo o escribo algo sobre el sueño, recuerdo lo que nos decía allá por los años 70, un compañero reportero del Periódico El Día:

“Fuimos muy pobres y como solo había tres camas chicas y éramos mis padres una abuela y nueve hermanos, dormíamos de canto y en escuadra…” y aseguraba que de ahí venía, el alcoholismo que padecía.

Y es cierto, porque un sueño reparador es vital para la vida; y si no se duerme, el cuerpo colapsa.

Con ocasión de este día el boletín de vinculación con los estudiantes de la UNAM, entrevistó a Ulises Jiménez Correa, director de su Clínica de Trastornos del Sueño; quien expresó que el insomnio, es el trastorno más común de las enfermedades del dormir.

Y lo definió como “no conciliar el sueño al menos tres noches por semana durante un mes, como mínimo”; afirmando que este problema no se resolverá de manera espontánea, sino con tratamiento especializado.

En México, dijo, el insomnio afecta a más mujeres que hombres; lo que tiene que ver con factores hormonales, como la menopausia y el síndrome premenstrual.

Pero son los hombres quienes más roncan, alrededor del 30 por ciento, y sufren de apneas; como se llama a las pausas respiratorias que ocasionan que el que duerme, despierte alterado.

Y que aunque los trastornos del sueño también dependen de la edad, existen perturbaciones menos frecuentes llamadas parasomnias; como rechinar los dientes, caminar o presentar conducta sexual, alimenticia o violenta, mientras se duerme.

Además, algunos adolescentes y adultos jóvenes sufren el síndrome de fase atrasada de sueño, porque invierten el ciclo del sueño; y del de sueño insuficiente.

Para dormir bien, el investigador recomienda horarios regulares para acostarse y levantarse; actividad física al menos tres veces por semana; y no consumir café o alcohol antes de ir a la cama.

La UNAM tiene dos sedes de la Clínica de Trastornos del Sueño; están en el Hospital General de México y en Ciudad Universitaria, y cuentan con equipos interdisciplinarios, que incluye psiquiatras, psicólogos, neurólogos, otorrinolaringólogos, geriatras, odontólogos y neumólogos.

Por otra parte la Clínica Alemana de Santiago de Chile, señaló que las personas que duermen mal, no deben perder la esperanza; porque la mayoría de los trastornos del sueño ya tiene tratamiento.

En fin que todo mundo coincide en que dormir es una necesidad vital; y que una dieta balanceada, ejercitarse de manera regular y descansar, son tres pilares indispensables  para lograrlo.

Y que dormir mal, tiene consecuencias físicas y psicológicas a corto y largo plazo; como dificultades de atención y memoria; cansancio, irritabilidad, poco rendimiento laboral y académico; falta de energía, dolor de cabeza, ansiedad, fatiga y somnolencia.

Según la Asociación Mundial de Medicina del Sueño, estamos viviendo una epidemia de falta de sueño y de los trastornos que eso conlleva.

Sin embargo, solo un tercio de la población mundial tiene acceso a servicios médicos que le permitan prevenir y tratar algunas de las patologías relacionadas con el mal dormir.

Y están fuera del alcance de la mayoría, las sugerencias para lograr un sueño reparador; como tener ropa de cama y pijama cómodos y adecuados al clima y dormitorios a temperatura agradable y reservados solo para dormir.

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