Por Ramón Jiménez
Contrario al despliegue de lujos y la abundancia de vestimentas rosadas con las que se celebra una fiesta de Quinceañera,—especialmente entre los latinos— la de un Quinceañero es una celebración cualquiera, que en muchos casos hasta pasa desapercibida.
En la fiesta de Quince años de Brayan Alexis González este domingo no hubo limousina, ni colores especiales, ni despliegues de lujo, pero sí hubo bastantes muestras de cariño de parte de sus amigos y los amigos de sus papás, un ambiente de alegría al compás de la música y juegos para niños y adultos, tiempo para degustar ricos platillos y un delicioso pastel.
Algunas personas destacaron los méritos del cumpleañero como estudiante y como persona.
“Eres un ejemplo y modelo [para otros muchachos]; esperamos que puedas gozar y realizar tus sueños”, dijo Maria Swearingen, pastora de la Iglesia Bautista Calvary de Washington, D.C., que es donde se congrega el cumpleañero y su familia.