Foto: cortesía Democracy Now!
En Guatemala, líderes indígenas están denunciando la imposición por parte del Gobierno de un toque de queda de 12 horas al día por un plazo de un mes y la prohibición de las reuniones públicas en la localidad costera de El Estor, en el norte del país, en represalia por las protestas que se oponen a un proyecto de minería de níquel.
También se han desplegado unos 500 soldados en la región. Las comunidades indígenas dicen que nunca se les consultó sobre los planes para iniciar el gran proyecto minero liderado por la empresa Solway Investment Group, cuya sede está en Suiza.
En los últimos días, la policía y las fuerzas armadas guatemaltecas han reprimido violentamente las protestas pacíficas lideradas por las comunidades indígenas Maya Q’eqchi’, quienes afirman que la mina tendrá impactos catastróficos en la tierra, el agua y la población.
Las fuerzas armadas de Sudán abren fuego contra los manifestantes que se oponen al golpe de Estado
En Sudán, miles de manifestantes salieron a las calles por segundo día consecutivo después de que el dirigente militar, el general Abdel Fattah al-Burhan, declarara el estado de emergencia y arrestara al primer ministro, a la mayor parte de su gabinete y a miembros civiles del consejo gobernante del país.
El golpe de Estado se produce dos años después de que protestas multitudinarias condujeran a la destitución del líder Omar al-Bashir, quien gobernó el país por casi tres décadas. Los medios de comunicación informan que al menos diez manifestantes murieron en los tiroteos durante las protestas de este martes, que exigen el fin del Gobierno militar.
Al-Tayeb Mohamed Ahmed: “Lanzaron granadas de aturdimiento. Luego dispararon municiones reales. Dos personas murieron. Lo vi con mis propios ojos. Luego, [las fuerzas armadas] volvieron dos veces y mataron a una persona más. Esa fue la tercera muerte que vi”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el golpe de Estado militar del lunes y pidió la liberación inmediata del primer ministro de Sudán y de las otras personas detenidas. En Washington D.C., el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que Estados Unidos suspenderá un paquete de ayuda de emergencia para Sudán valuado en 700 millones de dólares.
El golpe de Estado ocurrió justo un día después de que el enviado especial de Estados Unidos para el Cuerno de África, Jeffrey Feltman, visitara la ciudad de Jartum, donde se reunió con el jefe de las fuerzas armadas de Sudán y con el ahora detenido primer ministro sudanés.
