Legítimas demandas LGBTI

Foto: LPG/San Salvador

Varios miles de personas de la comunidad LGBTI marcharon el pasado fin de semana en San Salvador exigiendo el cumplimiento de sus derechos vulnerados, principalmente, por la ausencia de políticas públicas y de marcos jurídicos que les protejan de la discriminación, la intolerancia y la violencia.

Por Leonel Herrera*

En dicha actividad convocada por la Federación Salvadoreña LGBTI, las organizaciones de la diversidad sexual reclamaron al presidente Nayib Bukele por faltar a sus promesas de campaña y por desmantelar la poca institucionalidad, algunos programas de atención y espacios de diálogo que fueron creados en gobiernos anteriores.

También reclamaron a la mayoría parlamentaria oficialista por descartar iniciativas legales que reivindicaban y favorecían derechos de la población LGBTI. Entre ésta la Ley de Identidad de Género que permitiría el reconocimiento de las personas trans y la Ley por la Igualdad y No Discriminación, ambas normativas fueron mandadas al archivo por la autodenominada “bancada cyan”.

A estos reclamos hacia el gobierno y la Asamblea Legislativa, se suman críticas contra la inoperancia de la Fiscalía y de las instancias judiciales ante los asesinatos, desapariciones y desplazamiento forzado que afectan a la diversidad sexual.

A la desidia e irresponsabilidad estatal frente a los derechos de las personas LGBTI, se suma la intolerancia de sectores conservadores de la sociedad que se expresa en discursos de odio, ataques en redes sociales y justificación de actos de violencia contra la diversidad sexual.

Ojalá que el gobierno y las demás instancias estatales, ahora copadas todas por el oficialismo, atiendan las legítimas demandas de la comunidad LGBTI. Para ello es necesario mantener una “movilización permanente” en el reclamo de derechos y en la exigencia a las instancias públicas de cumplir su papel en la protección de los derechos de la población.

Finalmente, la masiva movilización de la comunidad LGBTI es también un mensaje esperanzador de que la población empieza a salir del letargo, el adormecimiento y la inmovilidad en que busca mantenerla la propaganda y la hegemonía oficialista.

Ojalá que así sea.

*Leonel Herrera es director ejecutivo de ARPAS

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos Relacionados

  • La Universidad del Sur de California silencia a su mejor estudiante, pero ella promete seguir luchando

  • Nueva forma del mal

  • Entre besos y sabáticos