Aprovechando que la lluvia se calmó, el pequeño Jordi luce su bonita Palma afuera de la Iglesia San Miguel Arcángel en Silver Spring, Maryland mientras otros feligreses salen rumbo a sus casas al finalizar la misa. Foto: cortesía Álvaro Torres.
Por Ramón Jiménez
Contrario a otros años, cuando miles de feligreses se congregaban en los numerosos templos católicos diseminados en la región metropolitana de Washington y condados vecinos en los estados de Maryland y Virginia, este 2021 no fue muy numerosa la asistencia debido a la pandemia.
Por tal motivo faltaron los coloridos desfiles de palmas —que en un principio, según la Biblia, fueron ramas de olivo—; pero quienes asistieron este 28 de marzo lo hicieron con la misma devoción, y como premio recibieron su pequeño recuerdo en forma de cruz hecho de plantas naturales.
En el mundo católico este es el último Domingo de la Cuaresma, y es cuando se celebra la entrada triunfal del Maestro Jesucristo en Jerusalén, una ciudad sagrada que lastimosamente a más de dos mil años todavía es disputada por israelíes y palestinos.
Las celebraciones litúrgicas en el área metropolitana de la capital estadounidense y ciudades aledañas, tuvieron lugar a pesar de que toda la mañana y parte de la tarde, no paró de llover, y solo por momentos se calmaba.