Lucha continúa tras fallo sobre ley SB1070 de Arizona

La Corte Suprema de Estados Unidos dio a conocer este lunes el fallo acerca de la legalidad de la ley SB1070, una de las primeras leyes estatales que busca penalizar a los inmigrantes indocumentados que residen en Arizona.

Con esta decisión el máximo tribunal veta tres de las secciones de la ley pero permite una, le da carta blanca a Arizona para que codifique el perfilamiento racial, indicó la Coalición pro Derechos del Inmigrante en Los Angeles (CHIRLA).

Señaló que, como consecuencia, miles de personas, incluyendo a residentes legales permanentes y ciudadanos estadounidenses, “caerán presa de la cacería al azar de fuerzas anti-inmigrantes” impulsadas por el sheriff del condado de Marico, en Arizona, Joe Arpaio.

El siguiente es un comentario por Angélica Salas, directora ejecutiva de CHIRLA:

“El fallo de hoy marca un día negro para la justicia en la historia de Estados Unidos.  Con un sólo manotazo, el Tribunal Supremo ha coincidido con Arizona y establecido que el perfil racial es una herramienta aceptable para el uso de las fuerzas del orden.

La historia de este país está salpicada con injusticias posibles porque las cortes judiciales ignoraron doctrinas discriminatorias, divisivas, y canallas.  La codificación de la segregación racial, exclusión de mujeres al voto, exterminio de indígenas estadounidenses, encierro de minorías étnicas, y exilio de trabajadores del campo, sólo por mencionar algunas, ha sido posible porque las cortes lo permitieron sin ningún remordimiento.  Sin ir muy lejos:  casi en la misma semana cuando el Congreso finalmente pidiera disculpas por aprobar la Ley de Exclusión de Chinos de 1882 la  cual consagró en los estatutos de ley la discriminación basándose en la etnia y nacionalidad de una persona, el tribunal supremo deshonrosamente vira hacia un abismo similar.

Pero la historia de esta nación también incluye momentos cuando la gente de bien se levanta y exige el cambio, logrando que este país sea mucho más grande por ello.  Ahora, le toca a la comunidad inmigrantes y a sus aliados hacer historia y lograr el cambio.  Que no quepa ninguna duda.  Así como la semilla de la desigualdad y discrimen engendra pasiones ciegas; nuestro derecho a proteger nuestras libertades civiles más elementales engendra conciencia y movilizaciones masivas a las urnas.  Ningún cuerpo legislativo debe asumir que el fallo de hoy es permanente.  Nosotros estamos en el lado correcto de la historia y ganarnos el respeto, dignidad, y trato ecuánime bajo la ley es cuestión de “cuándo” no de “acaso”.

Estados como California pueden liderar en momentos como estos remando contra corriente y erigiendo “paredes de auxilio” como la propuesta de ley TRUST Act (AB1081) que impediría que el programa Comunidades Seguras se implemente impunemente en el estado.  Por otra parte la Casa Blanca puede: a) enviar expertos en derechos civiles a Arizona y Alabama y rigurosamente hacer valer las leyes que nos protegen de abusos; b) cumplir con la promesa de aplicar discreción fiscal de manera consistente, duradera, y justa para que nuestras familias no sean cruelmente separadas; c) eliminar el programa “Comunidades Seguras” ya que da paso al perfilamiento racial y confunde las prioridades de la policía local; y, d) colaborar de forma insistente con el Congreso para que se proteja permanentemente a los jóvenes Dreamers y a las familias inmigrantes que tanto contribuyen a esta gran nación”.

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