Mensaje de Francisco resuena desde la ONU hasta Harlem 

Portada de un diario neoyorquino.
Portada de un diario neoyorquino.

El Papa Francisco llegó su mensaje la mañana del viernes 25 de septiembre a líderes mundiales en la ONU, posteriormente visitó la zona cero de los atentados de 2001, rezó con dirigentes de diversas religiones y por la tarde habló con niños de distintas procedencias en un barrio de Harlem en Nueva York.
En una agenda apretada tras su recorrido por Washington, el Papa dijo en un discurso en español a la Asamblea General de la ONU dijo que “la exclusión económica y social es una negación total de la fraternidad humana y un gravísimo atentado a los derechos humanos y al ambiente”.
“Los más pobres son los que más sufren estos atentados por un triple grave motivo: son descartados por la sociedad, son al mismo tiempo obligados a vivir del descarte y deben sufrir injustamente las consecuencias del abuso del ambiente. Estos fenómenos conforman la hoy tan difundida e inconscientemente consolidada ‘cultura del descarte’”, puntualizó.
Sobre los organismos financieros internacionales, Francisco sostuvo que esas instituciones deben “velar por el desarrollo sustentable de los países y la no sumisión asfixiante de éstos a sistemas crediticios que, lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia”.
En un encuentro interreligioso luego de su visita a la zona cero, el jefe de la iglesia católica pidió por la paz “en esos lugares donde la guerra parece no tener fin”. “Paz en esos rostros que lo único que han conocido ha sido el dolor. Paz en este mundo vasto que Dios nos lo ha dado como casa de todos y para todos. Tan solo, paz”, insistió.
Por la tarde, en la escuela “Our Lady, Queen of the Angels” en Harlem, el papa dijo a los niños que “tienen derecho a soñar” y les dejó un “homework”. “Es un pedido sencillo pero muy importante: no se olviden de rezar por mí para que pueda compartir con muchos la alegría de Jesús. Y recemos también para que muchos puedan disfrutar de esta alegría como la que tienen ustedes”, indicó.
Francisco incluso habló de la tristeza sembrada por el diablo. “¿Quién es el que siembra tristeza, el que siembra desconfianza, el que siembra envidia, el que siembra los malos deseos, ¿cómo se llama? El diablo ¿eh?”, indicó. “El diablo siempre siembra tristeza porque no nos quiere alegres no nos quiere dejar soñar. Donde hay alegría está siempre Jesús. Porque Jesús es alegría y quiere ayudarnos a que esa alegría permanezca todos los días, manifestó.
En su recorrido para asistir a sus distintas actividades, se congregaban miles de personas en las transitadas calles neoyorquinas para saludar a Francisco.
En su homilía ante 20 mil almas en el Madison Square Garden, Francisco reflexionó sobre la presencia de Dios en las grandes urbes.
“Dios vive en nuestras ciudades, la Iglesia vive en nuestras ciudades y quiere ser fermento en la masa, quiere mezclarse con todos, acompañando a todos, anunciando las maravillas de Aquel que es Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz”, enfatizó.
 

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