Miles se manifiestan contra Bukele en el día del Bicentenario

Las calles del centro histórico de San Salvador se llenaron. También en los consulados de El Salvador en Silver Spring, Maryland y Woodbridge, Virginia hubo pequeñas manifestaciones. Fotos cortesía.

 

Por Ramón Jiménez

Por primera vez, las celebraciones del 15 de septiembre —que cada año los salvadoreños recuerdan el Día de la Independencia de España con grandes desfiles escolares y militares, fueron diferentes.

Este 2021, a pesar de cumplirse 200 años de esa fecha, miles de nacionales de ese país se lanzaron a las calles de la capital, para protestar en contra de las políticas socio-económicas y políticas implantadas por el gobierno del presidente Nayib Bukele.

Los manifestante reconocen que hay un retroceso en el proceso democrático, que fue ganando después de una guerra de doce años tan dolorosa que se logró parar con los Acuerdo de Paz [del 16 de enero de 1992], y se sentaron las bases para el respeto a la libertad de expresión y muchos otros derechos, que se están perdiendo rápidamente.

Critican los participantes de las marchas —incluidos a excombatientes de ambos bandos— que mientras el presidente Bukele gasta más de un millón de dólares para “celebrar” un bicentenario de supuesta independencia, a la vez intenta borrar la resistencia y rebelión histórica de los pueblos, las comunidades se organizan para decir “200 años y seguimos en lucha”.

Las marchas, donde participaron personas que llegaron del resto de departamentos del país, inició en diferentes puntos, principalmente desde la Universidad de El Salvador —una institución pública, pero autónoma— y todos se dirigieron a la Plaza Morazán en el centro histórico de San Salvador.

En Silver Spring, Maryland. Foto cortesía.

Aquí en el área de Washington, también hubo algunas manifestaciones frente a los consulados de El Salvador en Woodbridge, Virginia y en Silver Spring, Maryland. La participación en estos consulados fue minima comparado con los miles que se manifestaron en la capital salvadoreña.

Para el activista William Berríos las protestas son en contra del deterioro de la democracia en El Salvador, impulsado por el régimen de Bukele, rompiendo el orden constitucional, la separación de poderes, controlando los organismos del Estado como la Asamblea Legislativa y la Corte Suprema de Justicia, mediante el dictado de agenda a los diputados e imposición de funcionarios genuflexos y serviles al clan familiar.

Señala Berríos, que «con eso Bukele pretende instaurar una dictadura dinástica y convertir a El Salvador en su propio casino, mediante la imposición de la Ley Bitcoin, que dicho sea de paso ha sido un fracaso, persiguiendo políticamente y encarcelando a los opositores, desmantelando toda la institucionalidad democrática construidas desde los Acuerdos de Paz».

Silver Spring, Maryland. Foto cortesía.

La enfermera y activista Sonia Umanzor expresó su profunda preocupación por lo que está ocurriendo en El Salvador, en especial con la nueva moneda bitcoin y el envío de remesas.

“Conozco a muchas personas, en especial mujeres trabajadoras de limpieza, que expresan indignación porque tanto que les cuesta ganarse el dinero con el sudor de su frente y ahora hay incertidumbre, porque no se sabe cómo afectará eso a los familiares en El Salvador, cómo van recibir esas remesas”, se lamentó.

Le preocupa, además, a Umanzor que si es el bitcoin la moneda de curso legal, cómo van a manejar esa situación, porque en el campo es difícil tener celulares modernos o inteligentes, y cómo van a bajar esas aplicaciones.

«Nuestra población es deficiente en tecnología, lo mejor sería derogar esa Ley”, recomienda esta residente de Maryland.

Woodbridge, Virginia. Foto cortesía.

Para el activista Mario Franco en estos días se está viviendo un retroceso en los logros conquistados con sangre.

“Yo perdí a tres hermanos en la Guerra, para que hoy un muchacho soberbio, inmaduro y lleno de sed de venganza, quiera en un solo día reelegirse y perpetuarse en la presidencia de la república en contra de la constitución política de El Salvador.

Reconoce que esa es una clara violación al estado de derecho, a lo que representa una república: Tres poderes del Estado con su independencia, con pesos y contrapesos, ahora esos tres poderes están en manos del presidente.

Foto cortesía.

Se lamenta Franco que es lamentable que se esté volviendo a las prácticas del pasado de corrupción, de abusos, de autoritarismo, persecución política a opositores y prensa que dicen la verdad, y de uso de la fuerza a través de la Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada.

“Venimos de una práctica militaristas y de abuso e irrespeto a los Derechos Humanos. Espero que nuestro pueblo despierte y derrote a este gobierno que ya se que está con prácticas dictatoriales”, apuntó Franco, quien labora en el Distrito de Columbia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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